En Cultura
Riverplatense analizamos lo que puede brindarle el ingreso de Mauro Díaz al
River de las primeras tres fechas. Pausa y pase, las dos virtudes más
sobresalientes. La irregularidad, el defecto más temido.
“Maduré. Ya no soy Maurito. Soy Mauro. El domingo voy a
jugar en la posición que yo quiero, con un equipo funcionando. No hay excusas,
es hora de demostrar que puedo hacer lo que hice en Chile con esta camiseta.”
Las palabras expresadas por quien será el enganche de River, mañana ante San
Lorenzo, demuestran la lupa que caerá sobre el entrerriano.
Mauro Díaz apareció en Primera División en aquel nefasto
Apertura 2008 en donde River, por única vez en su historia, finalizó último. El
peor momento de la historia de River se hacía presente, y el juvenil de las
inferiores cargaba con la presión de ser un eje de un equipo que no daba dos
pases seguidos.
Tras el descenso, y las pocas oportunidades en el primer
semestre de la B Nacional, el enganche decidió probar suerte en Unión Española,
a préstamo por un año. Sus buenas actuaciones individuales, y la grata imagen
colectiva, llevó al humilde equipo chileno a la final de su torneo local. El
exilio, le vino bien a Maurito que retornó en Enero de éste año, ya con Ramón
en el banco de suplentes.
Sus actuaciones en el verano, ante B*ca, ilusionaron a más
de uno. Pero perdió terreno con el regreso de Manuel Lanzini desde el Sudamericano
sub20. Mañana, ante San Lorenzo, tendrá su primera oportunidad como titular en
partidos oficiales desde su regreso.
El contexto es el ideal, aunque claro, el puesto de enganche
siempre tiene presión. Mauro será el encargado de bajarle un cambio a River,
cuando éste se desespera. Se sabe, al River de Ramón, los conjuntos le tienen
más respeto y terminan esperándolo mucho más cerrados que en ocasiones
anteriores.
En comparación con Lanzini, Mauro Díaz le entrega a River
más pausa y más pase, aunque menos verticalidad y velocidad. Éste cronista cree
que Díaz es el indicado para darle a River lo que le falta: el fútbol. Mucho
más enganche que Manuel, Mauro podrá conectar líneas y hacer que Vangioni,
Sánchez y Ponzio sólo sean actores de reparto a la hora de la generación.
Ninguno de los goles de River en éste Inicial, posee un
mágico pase gol. El más cercano, es el de Rojas a Trezeguet, en el gol ante
Estudiantes. El resto, arremetidas individuales, disparos de larga distancia o
centros. Mauro Díaz intentará saciar esa necesidad.
“Mauro es más tiempista” declaró Ramón en su momento, y algo
de eso hay. La principal debilidad de éste River, es no saber manejar los
tiempos. El equipo desaprovecha jugadas que pueden derivar en ocasiones de riesgo,
por tomar decisiones desacertadas ya sea en pases o encares. Muchas veces,
River tiene una gambeta de más. Será Mauro, entonces, quien deba marcar los
tiempos de un equipo que viene aceitándose.
En un análisis un tanto más cauto, nace el temor de la irregularidad.
Mauro ha tenido grandes partidos en la Primera de River, sin embargo, nunca
pudo lograr que su rendimiento sea continuo. Seguramente, por su inmadurez.
Tanto Díaz como varios juveniles más, no han tenido el típico proceso de
adaptación sin mayores responsabilidades. Probablemente, eso haya pesado en el
nivel que han demostrado.
Mañana, el (ex) juvenil, tendrá una nueva oportunidad de
demostrar que el pasado quedó atrás. Y que Díaz, ya no es Maurito… si no, Mauro.
Mauro Díaz, el 10 de River.
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