El equipo de Ramón venció a un durísimo Newell’s por 1 a 0
con gol de Carlos Carbonero y ratificó el triunfo del fin de semana en La
Bombonera. Si bien no pudo subirse a la punta del torneo porque ganó Colón,
sigue como escolta del Sabalero a un
punto. River jugó un gran primer tiempo con varias situaciones de gol y luego
defendió la diferencia bloqueando todos los intentos del conjunto Rosarino.
River está de racha. Al triunfo contra Lanús y el ‘Ramirazo’
en La Bombonera hay que sumarle una nueva victoria, esta vez ante Newell’s Old
Boys en el Monumental. Fue por 1-0, con gol de Carlos Carbonero, aunque en
frío, la diferencia debió ser mayor y sin tanto sufrimiento.
Porque River le ganó el partido a su rival desde el
vestuario. Y no exclusivamente por el gol tempranero de Carbonero, a los 7 del
primer tiempo. El Millonario comenzó ganando desde el vamos por la grata
lectura del Cuerpo Técnico para afrontar el partido. El ingreso de Villalva por
Gutiérrez para detener a Casco y explotarle la espalda, junto al gran tándem Ledesma
– Rojas para presionar a Bernardi y ahogar la salida rival, fueron dos aspectos
vitales para analizar el desarrollo del encuentro.
El gol, es resumen de lo marcado anteriormente. Newell’s
salió jugando desde el fondo, intentando aplicar su estilo para dominar el
encuentro. Cuando apostó a Cáceres, Lanzini enseguida lo encimó y obligó a que
se vuelva a empezar. Vista la presión Millonaria, Victor López intentó salir
largo, en un pelotazo que terminó en anticipo de Balanta. River no pudo
contener y la pelota volvió a poder visitante a través de Castro, que tocó con
Bernardi. Y ahí, apareció Carbonero. Lo encimó, lo presionó, lo mordió y le robó.
El 7 colombiano encaró por derecha hasta casi llegar al vértice
del área, amagó, retrasó en Keko Villalva
y éste con gran quiebre de cintura se sacó de encima la tibia presión de
Bernardi. Keko cambió de frente
buscando la llegada de Rojas, quién picó al vacío por la espalda de Cáceres. Ariel
envió un gran centro atrás para Cavenaghi, quien demostró por qué es uno de los
mejores ‘9’ de la Argentina al girar magistralmente –adentro del área chica-
ante la presión de su rival. Cavegol quedó
de cara al arco y decidió volárselo a Guzmán, quien se topó con el bombazo del
9 Millonario y lo rechazó con la cara. El rebote quedó en el aire, y ahí
apareció Carbonero para cabecear y decretar el 1-0 ante la portería semivacía.
De esta manera, River se puso en ventaja en un encuentro en
el que necesitaba re-confirmar que el proceso actual está en un buen momento.
Tras conseguir el primer gol, River pensó aún más el partido. Se tiró 15 metros
más atrás, y dejó a Villalva y Lanzini bien abiertos tapando las subidas de Milton
Casco y Marcos Cáceres.
Ramón Díaz le propuso a Berti que su equipo llegara cómodo
hasta mitad de cancha para ahí presionarlo y salirle rápido de contragolpe.
Cuestión que salió a la perfección en el primer tiempo, con un River punzante
de tres cuartos de cancha en adelante y que tuvo claras situaciones de gol que
no se transformaron en gol por buenas respuestas de Guzmán y la falta de
puntería en los metros finales.
Dos mano a mano, uno que tuvo de protagonista a Lanzini que
eludió a Guzmán y definió ante el cierre de la defensa de Newell’s, con el arco
vacío. Increíblemente Manu le erró a la portería y la pelota se fue afuera.
Antes, lo había tenido Cavenaghi, pero la pelota se le quedó entre las piernas
y nunca pudo posicionarse para definir cómodo. Igualmente lo hizo, pero se topó
con el arquero de Newell’s.
También, Victor López salvó sobre la puerta del área chica un
centro raso de Villalva que eliminaba a
la defensa rosarina y su arquero cuando iba a encontrar a Cavenaghi, solo ante
el arco libre. ¿De NOB en ofensiva? Poco y nada, solo una escapada de Muñoz que
terminó en un remate que se fue lejos por arriba del travesaño.
Se fue el gran primer tiempo y llegaron los primeros 20 minutos
del segundo con un River mucho más cauteloso. El equipo de Ramón se movía al
compás del ritmo que imponía Newell’s, que ya contaba con David Trezeguet en
cancha. Fue el propio Rey David el
que contó con la única chance clara de La
Lepra tras una pelota que quedó bollando en el área y le quedó para que
saque un remate de volea con la pierna izquierda que se estroló contra las
manos de Marcelo Barovero.
Con los cambios de Kranevitter por Ledesma y Teo Gutiérrez
por Cavenaghi, River salió del fondo y presionó a un Newell’s sin ideas cerca
de la mitad de cancha. El posterior ingreso del héroe de La Bombonera, Ramiro
Funes Mori, por Ariel Rojas, envió a Vangioni a la mitad de cancha y allí sí,
River termino de hacer un bloque le permitió llegarle un par de veces a Nahuel
Guzmán aunque con muy poca puntería.
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