El Millonario volvió a ganar, esta vez ante Newell’s, y se
prendió definitivamente en la lucha por el campeonato. Te dejamos la editorial
de Cultura Riverplatense en la que
analizamos el partido contra La Lepra y
el futuro que ilusiona de este River.
Tantas veces desde este sector le hemos reclamado a River,
particularmente a su plantel –a este plantel- una muestra de carácter. Deben
haber sido diez, quince, treinta veces. Hoy, es hora de reconocer que ese
pedido, se ha hecho realidad.
Desde el encuentro con Arsenal de Sarandí -en donde River se
llevó un triunfo trabajoso, con una jugada rara para conseguir un penal que
terminó significando el gol de la victoria, y mucha más personalidad que fútbol-
este plantel está demostrando que ha adquirido una personalidad que antes
escaseaba. Aún en la derrota con All Boys, en donde más allá del enojo y la
desconcertante actuación durante 15 minutos que costaron tres goles y una
expulsión. Ni que hablar en los tres triunfos ante Lanús, B*ca y el de ayer
ante Newell’s.
A esa personalidad, en muchos casos le agregó fútbol. El
primer tiempo de la victoria ante los rosarinos, es el mejor ejemplo. Muchas
ocasiones de gol, muy criterioso cuando tuvo la pelota en su poder, y mucha
paciencia y táctica cuando tuvo que replegarse hasta recuperarla.
No es casual que mencionemos la palabra “táctica”. En los
tres triunfos consecutivos, también en los últimos 30 de la derrota con All
Boys, el cuerpo técnico Millonario ha realizado retoques que terminaron
potenciando al equipo. El ingreso de Kranevitter para recuperar el medio y la pelota
en Floresta, Villalva de extremo derecho para
jugar en espalda de Pasquini ante Lanús, la presión sobre Gago en La Bombonera,
y ayer Lanzini/Villalva sobre Cáceres/Casco y Ledesma – Rojas, encima de la
generación de Bernardi primero o Banega después. Ni que hablar el triple cambio
que reacomodó las fichas y envió a Kranevitter, Teo y Vangioni para sacar al
equipo del fondo sin perder el orden.
Son muestras que
alimentan una ilusión que aumenta al mirar la tabla de posiciones. Quedan 7
finales con la punta del campeonato a tan solo una unidad. A River, el
horizonte le presenta nuevos desafíos futbolísticos, seguramente con la
necesidad de generar otro tipo de planteos para llevarse el triunfo. Se sabe,
Belgrano es un equipo contragolpeador, que cede la iniciativa; aunque su
contexto particular de varios partidos sin victorias lo lleve a salir un poco
más de lo habitual. Quien escribe sospecha que Atlético de Rafaela no vendrá
como una tromba al Monumental, por lo que habrá que encontrar los espacios para
generarle peligro y conseguir el triunfo.
Son dos desafíos diferentes. Dos nuevas pruebas. Partido a
partido, para seguir prendido en un sueño que resulta difícil sacarse de la
cabeza: salir campeón.
River ha impuesto carácter y lo ha acompañado con varios
lapsos de buen fútbol. Obtuvo continuidad en los resultados y se enfrenta al
último gran escollo de 14 días durísimos. De ganar, será la re-reconfirmación
de un gran momento. ¿Es posible? Claro. Más en este momento. La ilusión, está a
tope.
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