Bandera en las gradas de Torino, tras el descenso Millonario. |
Llega a Cultura Riverplatense una nueva columna de historia de nuestro destacado colega El Profe. En esta oportunidad, la historia de la amistad entre River Plate y el Torino de Italia. Una nueva anécdota que, como tantas, muestra por qué River siempre ha sido El más Grande.
Corría el 4 de mayo del año 1949. El plantel de fútbol de
primera división del Club italiano Torino, volvía a su tierra patria en un
vuelo proveniente de Lisboa, ciudad donde había disputado un partido con el
Benfica de Portugal. Quiso un capricho climático que el capitán de la nave
desvíe su curso hacia el aeropuerto de Caselle (a poca distancia de Turín), en
vez de dirigirse a su destino natural, Malpensa, en Milano.
La nave volaba a muy baja altura y terminó por colisionar
contra una colina, la de “Superga” (donde se emplaza la basílica de ese
nombre). El resultado fue el trágico deceso de toda la formación del Torino, en
aquellos tiempos, una de las más cotizadas de la liga italiana y competidor
directo de la Juventus en la conquista del Scudetto –el que terminaría ganando
con su plantel de reserva-.
Con el sexto sentido que siempre lo caracterizó como
dirigente riverplatense, el eximio presidente de aquél entonces, Don Antonio
Vespucio Liberti, ofreció al plantel profesional de River Plate, para disputar
un partido en esa tierra, cuyos fondos se destinarían a paliar las necesidades
de los familiares de las víctimas de la llamada “tragedia de Superga”.
El partido se disputó el 26 de mayo de ese año ante 70.000
espectadores. El resultado del encuentro (empate en dos tantos con goles de
Labruna y Di Stéfano para la visita) fue lo menos trascendente. Allí, entre
banderas argentinas e italianas, himnos de ambas naciones, lágrimas y aplausos,
se selló una amistad que perdura hasta el presente.
Tanto es así, que en las gradas del estadio Turinés, siempre
podrá advertirse entre la multitud de camisetas del local, algunas del
millonario, que simbolizan la relación que nos hermana.
Ambas instituciones, de vez en vez, vuelven a evocar
aquellos tiempos y a renovar la cálida amistad, trocando sus camisetas
alternativas por una afín con la del otro club. Así lo ha hecho River,
diseñando casacas que llevan el color granate y también el Torino, que valga
como ejemplo, cruzó con una banda, la casaca conmemorativa de sus cien años de
existencia. Esta historia, como la que nos hermana con el Rayito en España, es
una de las más hermosas y evocativas de un tiempo donde River Plate –a través
de su destacada dirigencia- hacía honor al apodo de “El más grande”.
Nota: Existe en
el canal Youtube un video conmemorativo de aquella cita, que este autor
considera una reliquia imprescindible.
http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=VjvKAYFYhOg
Autor: El Profe.
En Twitter: @Profe_k
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