Editorial de Cultura Riverplatense sobre el clásico triunfo ante San Lorenzo, por 1-0 con gol de Teófilo Gutiérrez. River y su mejor partido del campeonato.
River venció a San Lorenzo con una impronta que invita a
ilusionar. El Millonario mostró quizá la mejor cara en lo que va del
campeonato. El buen juego que había mostrado durante lapsos ante Gimnasia,
Central y Godoy Cruz, logró imponerlo por más de una hora ante el Ciclón, lo
que le terminó entregando el dominio total del partido.
Tras la dura derrota ante Colón en Santa Fe, el equipo de
Ramón tenía que dar una muestra de carácter. Qué mejor que brindar esa prueba
ante un clásico y en El Monumental. River se mentalizó y adquirió el ADN River
desde el vestuario.
Desde que Ramón se la jugó por Solari para reemplazar al
intoxicado Mammana. Desde que los laterales de River eran dos volantes
ofensivos. También desde que en el medio se dejó de lado el vértigo para
aplicar la tenencia. Desde que Maidana pareció Mascherano durante 60 minutos.
No sólo por la firmeza, sino por la posición: presionando más cerca del círculo
central que de la medialuna del área.
Quienes predicamos el tema del paladar negro, la verdadera
filosofía River y su estilo, nos sentimos orgullosos de esos 45’ iniciales. Por
los desbordes de Carbonero, las triangulaciones de Ledesma, Rojas, Lanzini y
Vangioni. Por el intercambio escalonado de posiciones entre Teo y Cavenaghi.
Por el taco de Cavenaghi. Por los amagues de Teo. Por los encares de Lanzini.
Por la presencia de Ledesma a la hora de recuperar.
River dio una muestra de carácter y lanzó un aviso al
torneo: “Miren que ganamos, y ganamos uno importante”. Quizás, entre los más
importantes de este tercer ciclo de Ramón. Se me viene a la mente una victoria
también ante San Lorenzo, en el Gasómetro por la Sudamericana. También una ante
Racing, en Avellaneda, hace casi un año. Después, pocas tan resonantes como
esta.
Victoria que debe servir de lanza para comenzar. Para ir por
la confirmación de la identidad. Quizá, el desafío más importante que tiene River.
Luchar contra sí mismo. Los próximos partidos, serán trascendentales. La
seguidilla que comenzó hoy y desemboca en La Bombonera, le hace lugar a River
para subirse definitivamente en el tren de los candidatos a llevarse el Torneo
Final.
Será cuestión de repetir. Será cuestión de dar otra muestra
más. Como la de hoy. Carácter y buen juego. River rozó la perfección en muchos
tramos. Quizá, el sufrimiento con el ingreso de Romagnoli y las pelotas
paradas, y la falta de eficacia de cara al arco rival, son las dos manchitas
que no hicieron del triunfo de hoy, una fiesta completa. Más allá de eso, el
hincha se fue feliz y esperanzado. Será cosa de que el equipo de Ramón,
demuestre una vez más su carácter, esta vez ante Tigre el próximo jueves a las
22.
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