El Millonario se impuso ante Godoy Cruz en un partido
durísimo, con goles de Manuel Lanzini de penal (tras una falta fuera del área)
y Eder Álvarez Balanta, luego de un error del arquero local. Con un buen
segundo tiempo en el que impuso su fútbol y sus ganas, River ganó un partido
que le permite seguir soñando.
El empate ante Arsenal había abierto un nuevo signo de
pregunta. River iba a Mendoza con la obligación de ganar para seguir prendido
arriba en la pelea del campeonato. El duro, compacto y hasta atrevido Godoy
Cruz, lo esperaba. Era un compromiso duro. Durísimo, quizás. Pero lo tenía que
ganar.
River arrancó complicado. Godoy Cruz le quitó la pelota, lo
avasalló por los costados y le llenó el área de centros. Sólo uno quedó en los
pies de un jugador Tombino. Desde la
izquierda, partió un centro cortado que quedó en poder de Facundo Castillón, el
rubio delantero que le ganó todo el primer tiempo la espalda a Diego Martínez,
pero la definición del punta rozó el palo derecho de Marcelo Barovero y terminó
afuera.
Sin embargo, el Millonario encontró aire cuando menos lo
imaginaba. Una pelota de Juan Iturbe, parecía quedar en poder de Nicolás Sánchez,
sin embargo al ex zaguero riverplatense se le escapó la pelota por debajo de la
suela y Carlos Luna aprovechó para escaparse de cara a Ibañez. Sánchez decidió
derribarlo, y si bien el ex Tigre cayó dentro del área, la repetición mostró
claramente como Nico lo volteó afuera. Lo que era tiro libre y roja directa,
terminó siendo penal y amonestación.
Manuel Lanzini tomó la responsabilidad de ejecutar la pena
máxima. Seguro, directo, cruzó la pelota a la derecha de Ibañez, abajo. Al
rincón. El meta mendocino se arrojó hacia su izquierda, y River se puso 1-0
arriba.
Inmediatamente, Godoy Cruz se alzó en búsqueda del empate. Y
lejos de concentrarse más tras la ventaja, River volvió a cometer errores que
le permitieron al Tomba llegar con claridad. Así, David Ramírez recibió libre
en la espalda de Ledesma, se tomó su tiempo y justo cuando Balanta lo salió a
apretar –y la defensa dio un paso adelante- el 10 mendocino dejó pie a mano a
Castillón con Barovero.
Esta vez el blondo delantero definió por abajo, y tras una
leve amortiguación en el arquero, la pelota ingresó mansamente al arco
Millonario.
El empate fue lo reinante camino al entretiempo. A su
vuelta, River salió con otra cara. Desde el comienzo del segundo tiempo, el
equipo de Ramón Díaz se transformó en tal. Comenzó a dominar la pelota, a
través de un crecido Cristian Ledesma, y logró que Sánchez, Lanzini e Iturbe
creciesen para generar fútbol.
Más aún tras el segundo gol. A los 8, Juan Iturbe se escapó
con una gran corrida por derecha y fue bajado por Leandro Grimi. Pitana debió
haber expulsado al defensor del Tomba, sin embargo, prefirió sacar el cartón
amarillo y sentenciar el tiro libre a favor del Millonario. Tiro libre
ejecutado por Carlos Sánchez, que no llegó a ser rechazado realmente por Nelson
Ibáñez y que quedó vivo en el área. Eder Álvarez Balanta capturó el rebote y
con alguna parte de su cuerpo envió la pelota al fondo del arco. 2-1, ventaja,
tranquilidad y a jugar.
Tras el tanto, River se creció. Dominó y justificó su
ventaja a través del toqueteo de Lanzini, Sánchez, Ledesma e Iturbe. Fue
punzante y hasta pudo ampliar la brecha en el resultado. Primero, fue el 10 el
que desperdició un pie a mano con Ibáñez, y luego fue Carlos Luna el que, tras
un amague, envió a la tribuna un remate desde una buena ubicación en el área
grande. También lo tuvo Mora, cuando ingresó, pero su displicencia a la hora de
dominar le permitió a Ibáñez hacerse con la pelota.
Sobre el final, el Millonario resignó posesión y permitió
que el elenco mendocino se viniese encima en búsqueda de un empate que jamás
llegó. La solidez de Barovero, Pirez, Balanta y el ingresado Bottinelli; le
permitió al conjunto riverplatense mantener la ventaja y finalizar el encuentro
con una victoria.
Posiblemente, el triunfo de anoche, puede ser comparado con el
que se consiguió en la primera fecha, ante Belgrano en Córdoba. Por lo duro de
la plaza, por lo denso del desarrollo, y por la actitud del equipo. ¿Alcanza
para ilusionarse? No lo sabemos… mientras tanto, River alcanzó los 20 puntos y
quedó con expectativas de seguir arriba hasta el final.




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