Editorial de Cultura Riverplatense sobre el andar de River
en estos 10 primeros partidos de la Era Ramón. 20 puntos, seis triunfos, dos
empates y dos derrotas. Juego por momentos, actitud por otros y suerte cuando
fue necesaria. ¿Está para pelear?
River ganó. Volvió a ganar. Su sexto triunfo en diez
partidos. Uno menos que los que consiguió en 19 fechas del Torneo Inicial. Este,
fue otro triunfo rimbombante. Al igual que el primero de éste torneo, ante
Belgrano en Córdoba. Chivo, para ganarlo con más actitud que fútbol, pero para
ganarlo.
No se sabe hasta qué punto confiar en éste River. Metió 9 de
9 en las primeras tres fechas, y cuando comenzábamos a soñar, nos comimos un
baile impresionante con un San Lorenzo que no ha tenido un gran papel en la
primera mitad del Torneo Final. Entró en una meseta, y salió tras ganarle a
Racing. Gran triunfo. Fútbol, toque y show. Un 10 que pareció un 10, un 5 que
jugó a un toque y un equipo con dinámica que fue y que vino constantemente.
Cuando tuvo que confirmar, se quedó con un empate ante Arsenal que bien pudo
ser victoria aunque también pudo ser derrota.
Y ayer… ¿qué decir de ayer que no se haya dicho? River tuvo
suerte. Tuvo suerte de no estar 0-1 abajo en los primeros 15 minutos de la
primera etapa. También tuvo suerte de que Pitana se equivocara a favor. Puede
llamarse suerte, también, que Ibañez se haya equivocado en favor de River y que
la pelota le haya caído a Balanta y no a Nico Sánchez.
Pero no fue todo suerte. También tuvo actitud. Y hasta
fútbol. Porque en los 10 minutos posteriores al gol del colombiano, River
mostró su mejor cara, tuvo la pelota, encontró los espacios y de no ser por la polvora mojada de sus delanteros, pudo
haberse puesto 3-1 y sentenciar la historia.
Entonces, ¿cómo explicamos a este River? ¿Cuál es su mejor
argumento para sostener que peleará el torneo hasta las fechas finales? No lo
sabemos. Mejor dicho, sí. Ramón Ángel Díaz. Así se puede resumir todo. Su mayor
argumento y su mejor razón para esta actualidad y para el sueño de lo que
viene.
No es éste River, el Barcelona, al lado del River de
Almeyda. Juega mejor, y con otra actitud, es cierto. Pero tampoco es una
bestialidad. Sin embargo, ¿cómo explicamos que éste River ya haya ganado un
partido más que el River de Matías en sus 17 fechas del Torneo Inicial?
Sencillo: Ramón Ángel Díaz.
Absorbe presión, tiene tacto, muñeca, espalda y
culo. Y disculpen el vocabulario, pero como se explica entonces que en la
primera fecha haya puesto a Funes Mori y Luna para cerrar el partido, y que el
resultado inmediato haya sido una peineta del primero para habilitar al segundo
que definió de gran manera ante Olave. Es tacto, es muñeca y también es culo.
¿Cómo explicamos el cambio de Ledesma? Es el mismo Ledesma que hace 8 7
partidos no daba pie con bola, y es el mismo que hoy pasa a ser el equilibrio
de todo un equipo. ¿Qué es eso si no es espalda para bancar a un jugador
resistido durante 6 partidos seguidos y terminar mirando al público para decir ‘vieron que tenía razón…’?
No hay otra explicación. Al menos, no se le ocurre a este
cronista. Ramón Díaz ha traído a River lo que se extrañaba. La paz para creer
en un proyecto. Un proyecto a largo plazo que en el corto, ya te deja buenas
sensaciones. No sé sabe si River peleará el campeonato, lo que sí se sabe, es
que éste es otro River, y por qué tiene nombre y apellido: Ramón Ángel Díaz.




0 comentarios:
Publicar un comentario