River se abraza y se ilusiona de cara al futuro |
River le ganó 2 a 0 a San Martín de San Juan en el Estadio
del Bicentenario, con goles de Manuel Lanzini y Carlos Sánchez. El juvenil, fue
el elegido por Ramón para conducir al equipo, actuando de típico enganche. Si
bien el elenco Millonario terminó justificando la victoria, no mostró
demasiadas diferencias con el rendimiento del torneo.
Habían pasado 10 años y 6 meses. Ramón Díaz volvía a darse
el gusto de salir a la cancha para observar a su River, a su equipo, con su estilo
y conducción. La cita era en San Juan, por la decimonovena fecha de éste raro
Torneo Inicial.
Desde el comienzo, River demostró la intención de manejar la
pelota con paciencia, intentado conectar a Manuel Lanzini a través de los
volantes externos, cosa que sucedió poco. Sin embargo, la poca fineza en los
pases, terminaba dando por perdida la posesión de la pelota. Un calor
agobiante, hacía del partido una trama con bajo ritmo.
San Martín mereció un poco más en el primer tiempo, aunque
chocó con Barovero o con su mala puntería cuando el arquero fallaba en alguna
salida. River generó poco, aunque su chance más clara demostró un estilo
diferente al pasado. A través del toque y la triangulación, Diego Martínez
llegó al área rival y envió un buen centro atrás que no pudo conectar de manera
correcta Rogelio Funes Mori.
A la vuelta del entre tiempo, River demostró otra cara.
Lanzini pareció agarrar confianza e intentó conectar líneas, aunque la poca
movilidad de Carlos Luna y la mala tarde de Funes Mori. El ingreso de Ariel
Rojas por Augusto Solari, llevó a Carlos Sánchez al sector derecho. El Chino, ex Godoy Cruz, encajó enseguida
en el partido y le entregó una mayor tenencia de pelota y un ritmo más intenso
por la banda izquierda.
Desde allí llegó el primer gol. Un lateral que fue peinado
por Luna, le quedó a Ariel Rojas quien no dudó y cedió para Manuel Lanzini. Y
Manu se disfrazó de 10. Fantaseó, amagó a ir para un lado y salió para el otro.
Apenas vio el espacio, sacó un latigazo incontenible que transformo en la
victoria parcial del primer River del tercer ciclo de Ramón.
Con la ventaja en el marcador, River se soltó. Diego
Martínez pasó más en el segundo tiempo que en los últimos tres partidos como
lateral. Lanzini se creyó el enganche del equipo e hizo casi todo bien.
Sánchez, siempre participativo, se movió por todo el frente de ataque
conectando con Lanzini, Ponzio y Abecasis.
River se pareció a un equipo. Y a los cinco minutos lo
demostró. Tras un toqueteo, la pelota se fue al sector izquierdo. Diego
Martínez cedió de taco para Lanzini, y éste centralizó para Sánchez. El
uruguayo, recibió la pelota, se perfiló para el arco y sacó un derechazo
potente que, levemente desviado, se le metió en un ángulo a Luis Ardente.
Faltaban 25 minutos para que se terminara un encuentro que,
en el juego, parecía sentenciado. A diferencia de otros partidos en los que
River se encontró con la misma ventaja, el Millonario propuso jugar del otro
lado de mitad de cancha y con la tenencia de pelota. Así, logró que el tiempo
pasara y los sobresaltos fueran mínimos.
La gente se fue contenta, pero más ilusionada que nunca. La
expectativa que genera la marca Ramón Díaz, y el buen debut con su toque triunfalista, aumenta la
sensación de positivismo. “Los muchachos entendieron lo que pretendo, pero aún
tenemos que trabajar muchísimo” fueron las palabras del entrenador. Pasitos
chiquitos, pero firmes.
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