| Marcelo Barovero indica. ¿La pelota? En sus manos. (OLÉ) |
Tres acciones le bastaron a Marcelo Barovero para
transmitirle tranquilidad al hincha de River. Una en el primer tiempo, y otras
dos en el complemento, lo transformaron en un –casi- indiscutido del equipo.
Desde que llegó, el hincha Millonario supo que su
contratación era de las más altas en el rubro arquero dentro de nuestro fútbol.
Marcelo Barovero se posicionaba en el podio de los arqueros del fútbol
argentino, y como tal, demostró que el arco de River no le queda grande.
En su primera participación, atrapó un centro atrás de
Gastón Fernandez, con total autoridad. Sin pinta de arquero, se arrojó para
evitar que el destino de la pelota trajese peligro para el arco Millonario.
Ya en el segundo tiempo, y con River en ventaja, le ahogó –nuevamente
a Fernández- el grito de gol que significaba el empate. El ‘10’ nacido en el
semillero riverplatense gambeteó a un par de defensores de La Banda, pero la
tranquilidad de Barovero lo incomodaron y remató justo a donde estaba el
arquero, que con un pequeño movimiento desvió el remate sin mayores
inconvenientes.
La voz de mando para ordenar constantemente a su defensa, ya
sea en pleno desarrollo del encuentro, o antes de ejecutar un saque de arco,
transmitieron seguridad no sólo adentro del terreno de juego.
El hincha de River, respira tranquilo, sabe que en el arco,
tiene un arquerazo. Más allá de la pinta de oficinista…




0 comentarios:
Publicar un comentario