El delantero de la Selección Colombia jugó su mejor partido
desde que llegó a River. Solidario, exquisito e inteligente, colaboró
constantemente con el desarrollo del juego del conjunto Millonario, y terminó
siendo elegido como la figura del encuentro. Aún con sus mañas, demostró que
puede ser determinante.
Se le pueden reprochar mil cosas. Como le dijo Ramón cuando
todo El Monumental lo despedía bajo un atronador aplauso: “¿Por qué no pateas,
carajo? ¿Por qué no pateas? Tenes que hacer goles” por aquel intento de
gambetear a Torrico cuando la jugada pedía un fierrazo a la cabeza. Se le puede
criticar cierta pereza para tratar de evitar la posición adelantada, como
también para ir en búsqueda de alguna que otra pelota que ande por allí
bollando.
Sin embargo, nadie puede discutir que Teófilo Gutiérrez es
un flor de jugador. Inteligentísimo. Técnico. Pillo. Tiene todo para ser el
mejor delantero de nuestro país. Ya lo dijo el Beto Alonso durante la semana: “A
Teo le tiras un ladrillo, lo banca y te la devuelve redonda. Agarra todo lo que
le des”.
Con menos goles de los que se esperaban cuando se confirmó
su llegada, Teófilo ha mostrado de a ratos ser un jugador para River. Sobre
todo, después de la última pretemporada, con el partido de ayer como
estandarte. Luego de convertir el único gol del encuentro, mostró toda su
calidad con un hermoso doble enganche ante los centrales de San Lorenzo que
desesperaban con tal de que el 9 colombiano no estirara diferencias. Ni ellos,
ni Torrico, pudieron evitarlo. Si lo pudo hacer el palo, y por eso el triunfo
fue sólo de 1-0.
Seguramente, también Teófilo tenga detalles a mejorar. Por
ejemplo, demostrar el mismo nivel que muestra en El Monumental, cuando River
salga fuera de casa a combatir por los tres puntos en juego. Ausente con aviso
para el próximo partido con Tigre, debido a que viajará a Barcelona para jugar
contra Túnez en representación de su país, el delantero intentará estar de
vuelta para el choque del próximo fin de semana ante Arsenal.
Por el bien de River, esperemos que el Millonario no lo
extrañe el próximo jueves. Mientras tanto, Ramón también se ilusiona y apunta
al mismo objetivo: la regularidad. Si el colombiano la logra, el conjunto
riverplatense verá como sus chances de protagonizar la lucha del torneo,
aumentan considerablemente.
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