viernes, 7 de marzo de 2014

River y la ilusión que se transforma en resignación


Editorial del empate del Millonario en Victoria ante un débil Tigre. ¿Está este equipo a la altura de uno que puede pelear el campeonato? ¿Por qué cambia tanto la intensidad entre los partidos de local y visitante?

Era la chance ideal. Colón, Estudiantes, Vélez, Godoy Cruz… ninguno de los que están ahí arriba, salvo San Lorenzo, habían podido sumar de 3. Vencer a Tigre, significaría para River escalar hasta la tercera posición de un torneo irregular. También significaría la confirmación del gran triunfo ante los de Bauza, en El Monumental, el pasado domingo.

Sin embargo, River nos ha acostumbrado a esto en los últimos tiempos. Un partido bueno, otro malo, dos regulares… uno bueno, dos malos, uno regular. Y así. La oportunidad que brillaba como el oro, se desaprovechó y el Millonario quedó en la misma situación que el domingo pasado. Expectante, claro, porque es un torneo irregular. Pero a la espera de saber cuál es el verdadero River.

El encuentro de ayer, demuestra que sin el empuje de su gente, el Millonario carece de valentía. Queda la sensación de que, con un poco más de fuerza, River se podría haber quedado con los tres puntos. De hecho, cuando se animó a ser rápido, generó las situaciones de gol más claras. Aunque, para el lamento de los riverplatenses, la tónica general del encuentro fue la posesión estática de pelota. Muy horizontal, poco vertical.

También es cierto que la versión de River del domingo ante San Lorenzo, jugó mucho por abajo y a un toque. Misión casi imposible, en la noche de ayer. El mal estado del campo de juego, obligaba a tener que realizar dos toques para tener el verdadero control del balón, y ‘ese tiempo perdido’ facilitaba el trabajo de los jugadores de Tigre, que siempre estaban encima de los que vestían el manto sagrado.

Sin embargo, resulta escaso fundamento el del último párrafo, para explicar dos versiones tan distantes. Queda pensar en el futuro. River no está fuera de la lucha del torneo, ni mucho menos. Sin embargo, urge mejorar. La necesidad de mantener un buen ritmo de juego durante varios minutos, es cada vez mayor. El mejor ejemplo, es lo que sucedió hace 5 días con San Lorenzo. No es imposible, es cuestión de ser regulares.


El mes y medio que se aproxima en el horizonte Millonario, será vital para saber cómo afrontar la recta final del campeonato. Además del próximo domingo, ante Arsenal, el equipo de Ramón Díaz recibirá consecutivamente a equipos que jueguen la Copa Libertadores. Después del Arse, tanto Lanús como Newell’s visitarán El Monumental. En el medio, habrá visitas a Floresta para jugar con All Boys y a las cercanías del Riachuelo para enfrentar a los primos. Cinco partidos vitales. Necesarios para poder obtener una certeza de dónde está parado el equipo de Ramón. 

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