lunes, 5 de agosto de 2013

Debut con decepción


River cayó 0-1 en El Bosque contra Gimnasia de La Plata e inició con la pierna equivocada el camino del Torneo Inicial 2013. El gol del Lobo lo marcó Lucas Litch, de penal, y su arquero Monetti se convirtió en la figura para ahogarle el grito de gol a Simeone y Carbonero, dos veces. River jugó sin delanteros profesionales, y lo terminó pagando. “Tenemos que ajustar algunas cosas” declaró Ramón post derrota.

No se puede esperar mucho de un equipo que carece de, valga la redundancia, un cuarto de equipo. Es decir, River encaró el debut de este particular Torneo Inicial 2013 sin delanteros profesionales que superasen la mitad de un partido en Primera. Tampoco tuvo habilitado al único generador de juego que posee en el plantel. Desde allí, puede comenzar a contarse la derrota Millonaria.

Desde lo futbolístico, puede catalogarse como injusta. El conjunto de Ramón Díaz desarrolló un partido regular, y durante varios lapsos del mismo fue superior a su rival, sin embargo pagó caro la falta de jerarquía de mitad de cancha hacia arriba y la gran actuación de Fernando Monetti.

Los primeros 30 minutos encontraron a River en una situación predecible pero no por eso, menos incómoda. Gimnasia le cerró las bandas, colocando a Oreja y Litch sobre Carbonero y Ferreyra, y lo presionó en todo el frente medio, logrando quitarle la pelota y por ende, anularle el poco juego que podía crear. Tras la primer media hora inicial, el equipo de Ramón Díaz se acomodó a la incomodidad y pasó a dominar los hilos del choque.

Carbonero salió del sector derecho y comenzó a ganarle la espalda a los medio-centros locales. A través de él, Lanzini pudo quitarse de encima alguna marca, y River logró gestar juego en el medio del campo rival. El cansancio de los Triperos, sumado a la vuelta de tuerca que había hecho River, hicieron que se vean los mejores minutos del conjunto visitante.

La primera chance de gol del Millonario vino tras una asociación por izquierda entre Leonel Vangioni y Osmar Ferreyra, que terminó con este último llegando al fondo, enganchando y tirando un centro que cabeceó Manuel Lanzini y se fue besando el palo izquierdo de Monetti. Apenas tres minutos después, el mismo Lanzini comenzó a encarar desde el centro del campo cuando fue barrido con infracción por Pouso. Sin embargo, Ceballos otorgó la ley de la ventaja porque el balón quedó en poder de Carbonero, que sacó un tremendo derechazo que desvió el arquero local cuando parecía que caía el primer tanto de la noche.

El gol de Gimnasia llegó tras una desatención Millonaria. Promediaba el segundo tiempo cuando Ramón Díaz, al ver el trámite favorable del encuentro, decidió cambiar de esquema. Rompió el doble cinco y envió a la cancha a Federico Andrada. River siguió dominando, pero un contragolpe lo agarró mal parado, y tras el desarrollo de la jugada que culminó en un centro a la olla por parte del local, Maidana tomó a Rasic en un forcejeo típico de partido. ¿El resultado? Ceballos vio infracción y señaló penal. Litch ejecutó la pena máxima y decretó el 1-0 para Gimnasia.

River no tuvo margen de reacción y poco pudo hacer en los 15 minutos finales, ante un rival que se cerró bien y recobró energía para presionarlo por todo el campo. Lo pudo haber empatado, cuando a los 42 de esa segunda mitad, Carlos Sánchez desbordó por derecha y envió un preciso centro a la cabeza de Giovanni Simeone. Gio cabeceó estupendamente, abajo, pegado a un palo, sin embargo, Fernando Monetti volvió a demostrar que está en Gimnasia sólo por amor, porque sus condiciones indican que es arquero de elite. Un manotazo preciso y estupendo, evitó lo que era un gol cantado.


El sabor es agrio. River terminó rindiendo por arriba de lo que este pesimista cronista esperaba, sin embargo, no le alcanzó ni para traerse un punto. Se sabe, se tiene que mejorar, y se logrará: cuando la habilitación sea plena para todos los refuerzos del Millonario e ingresen dos tipos claves en esta historia: Jonathan Fabbro y Teófilo Gutiérrez. 

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