River ganó 3 a 1 ante San Martín de San Juan en el último
encuentro del Torneo Final 2013 y finalizó en la segunda posición. Los goles
del Millonario los convirtieron Leonel Vangioni, Carlos Sánchez y Juan Manuel
Iturbe, quien protagonizó una ridícula escena que casi termina en un
linchamiento para él.
El conjunto de Ramón Díaz se despidió de su gente y del
Torneo Final 2013 con una buena victoria ante San Martín de San Juan. Fue 3-1,
y parece justo. Sin embargo, vale resaltar el juego del equipo Verdinegro que tuvo varias situaciones de gol como para
ponerse en ventaja, igualar, descontar, igualar nuevamente y empatar.
Los Sanjuaninos llegaban al Monumental con la imperiosa
necesidad de conseguir una victoria que le permitiese mantener la categoría. Lo
mostraron desde el inicio. Los visitantes quisieron hacerse eje de la pelota,
con pensamiento ofensivo, y por ende, a veces le costaba retroceder en la
marca.
Así, cayó el primer gol de la tarde. ¿Para San Martín? No,
para River. A los 12 de esa primera etapa, Matías Kranevitter, de gran partido,
recuperó la pelota en mitad de cancha y jugó largo para el sector izquierdo del
ataque Millonario, en donde se encontraba Carlos Luna. El Chino decidió centrar para el ingreso de algún compañero. Primero,
no pudo Tomás Martínez, la pelota siguió su curso y quedó en poder de Leonel
Vangioni, quien libre y tranquilo colocó un zurdazo inatajable para Ardente y
marcó el 1-0.
Si San Martín era ofensivo mientras había igualdad en el marcador, lo fue aún más tras encontrarse en desventaja. Atacó, atacó y pudo haber encontrado el empate, tras algunas desatenciones de la defensa Millonaria, sin embargo falló en la definición y dejó escapar las chances.
El famoso refrán de “los que no haces en el arco rival, lo
sufrís en el propio”, quedó claro poco después. Una contra de River derivó en
un córner a favor, que fue ejecutado por Ariel Rojas. El ex Godoy Cruz envió un
centro preciso a la cabeza de Maidana, quien la bajó par Sánchez –que se
encontraba en posición adelantada, aunque el asistente no lo señaló- para que
éste definiese ante la salida de Ardente y el cierre de dos adversarios. Gol,
2-0 y ventaja tranquilizadora.
Lejos de darse por vencido, San Martín siguió buscando un
tanto que le permitiese alimentar su ilusión de mantenerse en Primera. Y lo
consiguió. Caprari, a los 42 de la primera etapa, envió al fondo del arco una
asistencia de cabeza por parte de Ledesma, tras un gran centro de Jorge Luna.
Si en el primer tiempo, el trámite del partido se marcaba
por la urgencia del conjunto Verdinegro, en
la segunda etapa, aún más. Los Sanjuaninos fueron hacia adelante, y River
decidió manejar la pelota, aunque dar un par de pasos hacia atrás.
Desde allí, apareció Marcelo Barovero para reivindicarse
tras su mala noche ante Lanús. Primero, para sacarle un bombazo a Riaño, y
luego para atrapar un cabezazo y volar para despejar otro. Tres chances que
podrían haberse transformado en una igualdad.
River, por su parte, pudo haber liquidado tras un gran
remate de afuera de Juan Iturbe que rechazó Ardente. El rebote quedó en poder
de Carlos Luna que intentó rematarlo, y reventó el palo.
A los 42 de la segunda etapa, un pase largo de Kranevitter
encontró quedó en tres cuartos de cancha, sin presencia de la defensa de San
Martín de San Juan. Allí apareció Juan Iturbe, que con una corrida estupenda,
se fue a encarar a Ardente y definió precisamente al primer palo, dejando sin
chance alguna al arquero visitante.
El gol significó la sentencia del encuentro, y por ende, el
descenso sanjuanino. Desde allí, se desató la locura visitante. Primero, fue
Caprari quien salió eyectado del banco de suplentes para insultar a Juan Iturbe
por el festejo de su gol. Luego, Alderete, quien luego de que el mismo Iturbe,
ya cuando el partido atravesaba los 46 del segundo tiempo, consiguiese un
córner pisando la pelota sobre el banderín izquierdo, lo atendió con un
coscorrón cuando iban hacia el área.
Aquello resultó el prólogo de una gresca generalizada, con
la participación de los 18 jugadores del conjunto visitante que se arrojaron al
campo de juego para correr a Juan Iturbe, intentar agredirlo, tomarlo del
cuello, recontra putearlo, y demás. Una vergüenza. Una vergüenza justificada en
una cargada que no existió, y una cargada basada en una gambeta. ¿Tiene algo
más lindo, el fútbol, que una gambeta? De vivos es jugar, y no pegar.
El patético cierre no empaña la buena campaña de Ramón en
este Torneo Final 2013. El conjunto Riverplatense finalizó subcampeón, con 35
puntos, a 3 de los 38 que tuvo el campeón. El Monumental terminó invicto, con 7
triunfos sobre 10 encuentros. Y el Riojano, aumentó su estadística, que indica
que de los últimos 10 torneos en los que dirigió a River, en 8, no bajó del
segundo puesto. Ahora, a renovar objetivos, reforzarse bien e ir por el
campeonato.
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