lunes, 13 de mayo de 2013

Triunfo necesario



Un nuevo triunfo Millonario acompañado por una nueva editorial de Cultura Riverplatense. El equipo de Ramón jugó bien, mereció ganar y hasta quizás por una mayor diferencia en el marcador. Un triunfo necesario para prenderse definitivamente en la lucha por el campeonato en la recta final del Torneo ídem.

Como bien describe el título de este rejunte de palabras, el triunfo de River anoche ante All Boys puede ser calificado como “necesario”. ¿Necesario para qué? Para muchísimas cosas. Primero y principal, para continuar prendido en la lucha por el campeonato. La derrota de Newell’s, el pasado lunes ante Arsenal, y el empate de ayer por la tarde de Lanús, le daban a River una nueva chance de prenderse en la pelea.

En segundo término, para corroborar en el resultado la mejora en el juego que el equipo ha presentado en los últimos encuentros, especialmente ante Quilmes. Y, por último, para intentar acallar las no pocas críticas que surgieron tras el empate en La Boca y el gol de Cauteruccio faltando nada, hace dos fechas, ante Quilmes.

River asumió bien su desafio. Desde el primer minuto, le demostró a All Boys sus intenciones de arrinconarlo sobre el arco de Nicolás Cambiasso y ganarle como sea. Como sea a la hora de mandar la pelotita al fondo de la red, pero no cuando de dominar al rival se hable. El equipo de Ramón, fue claro con su rival desde el comienzo. “La pelota, mía, y si la tenes vos, te presiono hasta asfixiarte” pareció decirle el Millonario a su par Albo.

¿Y cuándo River tiene la pelota, qué hace? Toca. Toca, toca, y toca. De Mercado para Maidana, de éste para Balanta. De Balanta para Vangioni y si se puede, se pasa a la línea media. Sino, otra vuelta al mejor estilo handball y utilizar a Mercado como salida. En la línea del medio, sucedió lo mismo: Cirigliano y Ledesma formaron un tándem de posesión estupendo. Rojas, como acostumbró éste torneo, también cumplió y fue serio a la hora de mantener la pelota.

La cosa, cambiaba de mitad de cancha hacia adelante. Lanzini, Iturbe y Funes Mori tuvieron la misma cualidad: la verticalidad. No les importó nunca, si delante de ellos, esperaban 2, 3 o hasta 4 rivales con intenciones de quitarles la pelota. Ellos iban. Intentaban gambetear, a veces hasta traspasar, la marca con tal de aproximarse al arco y llevar peligro sobre el rival.

El primer gol de River, describe la intención del equipo de Ramón. Paciencia, posesión y rotación de pelota. Del medio a la derecha, de la derecha a la izquierda y de la izquierda al medio nuevamente. Un lujito. Un lujito que muestra que el Millonario va buscando una identidad que aparece de a poco. A veces, con más continuidad como anoche. Otras, con más imprecisión, como el domingo pasado.

Sin embargo, la lucha por el campeonato, los empates en los dos juegos anteriores y la alegría por el triunfo de anoche, no permiten ver que el equipo de Ramón va creciendo. Lo viene haciendo desde el encuentro ante Racing. Lo hizo frente a Arsenal, donde pudo perder, pero mereció ganar. También ante Godoy Cruz, tras ponerse 2 a 1 y defender la ventaja con la pelota, atacando pero más que nada con personalidad. Ni que hablar del empate ante Quilmes, donde River mereció ganar de comienzo a fin. Lo hizo también en el primer tiempo en La Boca, aunque la pálida imagen del complemento lo borró.

River se ilusiona. No sabe bien con qué. O, mejor dicho, sí. Con Ramón. Con la identidad de sus equipos. Porque River, después de mucho tiempo, vuelve a ser un equipo. ¿Hace cuánto que no lo era? Vale destacarlo. Vale destacar la idea. Vale apostar por ella. Pero sobretodo, vale prenderse en la lucha por el campeonato. Y pensar que algunos decían que River ya estaba afuera de todo, je. 

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