River – All Boys, por Tomás Muñoz
Tomás Muñoz realiza una columna de hincha en la que, además de sacar cuentas, mira los próximos partidos de River y se ilusiona. ¿Por qué River puede salir campeón? 6 partidos ganables, que pueden derivar en una gran alegría.
Hoy estamos a 3 puntos del puntero (Ñuls) y
a 2 del segundo (Lanús). El primero, tiene la mente puesta en la Copa
Libertadores, y aunque peleará hasta el final, no se puede no especular con que
deje un poco de lado el torneo local. Lanús, por su parte, es un equipo que
juega bien, con su libreto bien aprendido, pero nos cruzaremos en la fecha 18,
por lo que depende de River.
Ahora pensemos en nosotros, en que tenemos
que ganar todo lo que queda y esperar que ellos pierdan puntos. Esto es
innegociable. De nada servirá que los de arriba se caigan, si River no suma. En
las próximas 4 fechas, vamos a ser importantes en el desarrollo de la lucha por
no descender del fútbol argentino, tenemos a Unión en Santa Fe, casi
descendido, que para un equipo que quiere salir campeón debería ser bastante
accesible. Atlético Rafaela de local, que es un partido en el que River tiene
que salir a demostrar su chapa de candidato, como frente a All Boys. Luego,
viene Argentinos Juniors de visitante, que viene en caída e Independiente de
local que va a venir a buscar los 3 puntos como agua en el desierto, para zafar
del descenso.
En la fecha 18, River visita a Lanus. Creo
que si llegamos hasta acá de pie, tenemos la gran oportunidad de pelear. River
dependerá de River. Llegar a la cancha de Lanús arriba, o como mucho a un par
de unidades de distancia, será vital para depender de sí mismo. Después se cierra
en el Monumental de local contra San Martin de San Juan, un partido que obliga
a quedarse con la victoria.
Si los demás no se caen, no importa, hay
que esperarlos. River tiene que ganar todo y pelear hasta el final. Es lo que
más nos importa. Mostrar buen juego y decisión para llevarse los partidos hasta
el final del torneo y ver qué pasa.
Soñar no nos cuesta nada, hay que ganar
todo y esperar. El efecto Ramón, más presente que nunca. Seguridad y confianza
para lo que queda. El 34, no es imposible.
Tomás Muñoz




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