River Plate no muestra mejores desde la creación de juego, y
termina sufriendo todos los partidos por problemas de desconcentración y
tenencia de pelota. Si bien todavía está prendido en la lucha, le urge mejorar.
Todos los partidos de River en éste Torneo Final, tienen un
sinónimo más allá de los resultados. En algún momento del encuentro, por lo
general prolongado, el equipo de Ramón Díaz se desinfla desde la tenencia de
balón y la creación del juego. Se desprende de la pelota sin ideas, y choca en
vez de pensar.
El encuentro de hoy ante Newell’s, no fue la excepción. Ni
en el primer tiempo, cuando River decidió salir a esperar a su rival, y
necesitaba tener la pelota; ni en el segundo tiempo, cuando Newell’s le cedió
la iniciativa de ataque, y necesitaba abrir espacios a través de pases entre
líneas o generación de jugadas de riesgo.
Ni Mauro Díaz, ni Manuel Lanzini antes de lesionarse, ni hoy
Ariel Rojas. Ninguno de los tres logró hacerse eje de un equipo que carece de
pensamiento y depende cada vez más de Ponzio, que encuentra su punto fuerte
desde la sorpresa y no desde la conducción.
El pedido de Ramón Ángel Díaz por un enganche durante el
mercado de pases en el verano, no era en vano. El Pelado era consciente de que ni Lanzini ni Díaz estaban a la altura
de ser el eje conductor de un River que quiere pelear por el campeonato. Una
vez más, la dirigencia actual no estuvo a la altura de la circunstancia y se
quedó en Jonathan Fabbro como única alternativa.
River no tiene conducción ofensiva, señores, y es una
realidad. Les pesó la camiseta, y hay que admitirlo. No tiene nada de malo, no
son los primeros y –lamentablemente- tampoco serán los últimos. El Millonario
necesita jugadores de jerarquía en algunos puestos específicos, esperemos que
en junio la dirigencia lo recuerde y lo solucione. Ya son dos los mercados de
pases en vano.
Mientras tanto, Ramón deberá probar con juveniles o
diferentes esquemas tácticos que no dejen de ser ambiciosos para buscar los
triunfos necesarios para llegar a las últimas fechas con chances de campeonar.
Quedan 15 días para el próximo encuentro, sin dudas, mucho tiempo para seguir
trabajando en un equipo que de a poco, empieza a tener su identidad, aunque deba
mejorar en muchos términos.
0 comentarios:
Publicar un comentario