domingo, 17 de marzo de 2013

Una mano para la conducción



River Plate no muestra mejores desde la creación de juego, y termina sufriendo todos los partidos por problemas de desconcentración y tenencia de pelota. Si bien todavía está prendido en la lucha, le urge mejorar.

Todos los partidos de River en éste Torneo Final, tienen un sinónimo más allá de los resultados. En algún momento del encuentro, por lo general prolongado, el equipo de Ramón Díaz se desinfla desde la tenencia de balón y la creación del juego. Se desprende de la pelota sin ideas, y choca en vez de pensar.

El encuentro de hoy ante Newell’s, no fue la excepción. Ni en el primer tiempo, cuando River decidió salir a esperar a su rival, y necesitaba tener la pelota; ni en el segundo tiempo, cuando Newell’s le cedió la iniciativa de ataque, y necesitaba abrir espacios a través de pases entre líneas o generación de jugadas de riesgo.

Ni Mauro Díaz, ni Manuel Lanzini antes de lesionarse, ni hoy Ariel Rojas. Ninguno de los tres logró hacerse eje de un equipo que carece de pensamiento y depende cada vez más de Ponzio, que encuentra su punto fuerte desde la sorpresa y no desde la conducción.

El pedido de Ramón Ángel Díaz por un enganche durante el mercado de pases en el verano, no era en vano. El Pelado era consciente de que ni Lanzini ni Díaz estaban a la altura de ser el eje conductor de un River que quiere pelear por el campeonato. Una vez más, la dirigencia actual no estuvo a la altura de la circunstancia y se quedó en Jonathan Fabbro como única alternativa.

River no tiene conducción ofensiva, señores, y es una realidad. Les pesó la camiseta, y hay que admitirlo. No tiene nada de malo, no son los primeros y –lamentablemente- tampoco serán los últimos. El Millonario necesita jugadores de jerarquía en algunos puestos específicos, esperemos que en junio la dirigencia lo recuerde y lo solucione. Ya son dos los mercados de pases en vano.

Mientras tanto, Ramón deberá probar con juveniles o diferentes esquemas tácticos que no dejen de ser ambiciosos para buscar los triunfos necesarios para llegar a las últimas fechas con chances de campeonar. 

Quedan 15 días para el próximo encuentro, sin dudas, mucho tiempo para seguir trabajando en un equipo que de a poco, empieza a tener su identidad, aunque deba mejorar en muchos términos. 

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