domingo, 31 de marzo de 2013

Un equipo limitado

Por: Lucas S. Nicolaevksy


Editorial de Cultura Riverplatense sobre el empate de River ayer ante Vélez, en El Monumental. Un equipo que sabe de sus limitaciones y se conformó con el empate ante el mejor del país. 

Seguramente, cuando Ramón Díaz planificó el encuentro ante Vélez, tuvo más en cuentas las virtudes del rival, que las propias. Aprendió –o siempre supo- que jugarle a Vélez al golpe por golpe con éste equipo, podría traer problemas. Lo mostró desde su planteo inicial, y lo terminó de aplicar 15 minutos después del inicio.

River salió a jugar agresivamente, con la intención de demostrar que con éste esquema, no se estaba apostando más a lo defensivo que a lo ofensivo. Le propuso jugar a Vélez un partido golpe por golpe desde la velocidad, y si bien resultó parejo desde llegadas –una clara para cada uno y otra aproximación-, terminó bajando la intensidad tras la notable atajada de Marcelo Barovero abajo del arco ante Federico Insua.

Desde allí, jugó un partido inteligente. Apostando al contragolpe, y cerrándole los caminos a un rival que maneja la pelota como los dioses. No sufrió, ya que su rival solo tuvo una ocasión de gol, y pudo ganarlo a través de alguna pelota parada o de una escalada de Sánchez sobre el final del segundo tiempo.

Suena a poco, claro. Las intenciones de pelear el campeonato, son paralelas a las sensaciones de inseguridad que causa el equipo cuando se abre intentado acorralar a su rival. ¿Se puede pelear el campeonato si tenes riesgo de gol en contra cada vez que un central tuyo tiene la pelota? ¿Es posible gritar campeón sin tener generación de juego?

Parece difícil. River deberá cambiar algunas cuestiones básicas para intentar suplir la ausencia de un enganche –o generador- a través del juego colectivo, y está claro que éste no se puede generar si desde abajo se revolea a la pelota como un ladrillo. También está claro que jugando con un doble 5 más defensivo que ofensivo, es necesario que los volantes externos constantemente lleguen en diagonal al área dejando espacio para la subida de los laterales; cosa que ayer sucedió poco, y las pocas veces que sucedió, se hizo sobre la banda izquierda.

Otro punto que deberá mejorar River, es la contundencia. Si tenes pocas llegadas de gol, o te cuesta generarlas, las pocas que tengas tienen que terminar adentro. River tiene poco gol. Lo demostró en el primer tiempo ante Colón, donde terminó 2-0 aunque la diferencia fue mayor o en Rosario hace 15 días, cuando tuvo dos chances claras de gol y no concretó ninguna.

Vélez y Newell’s eran dos encuentros vitales para saber dónde estaba parado éste River. La cosecha, fue magra. Un punto sobre seis, con poco juego y cero gol. ¿Es determinante esto en la pelea por el campeonato? No. Claro que no. Vélez, el torneo pasado, salió campeón perdiendo ante Newell’s, B*ca y Lanús; tres equipos que le pelearon el campeonato en diversas partes del mismo. Sin embargo, River sabe que el margen para subirse a la pelea, es poco.

El encuentro ante Racing será vital, y River deberá mostrar carácter, actitud y fútbol para superar a un rival que se cierra bien atrás y que aprovecha con contundencia las pocas situaciones de gol que genera. Comienza una intensa semana de trabajo, en la que Ramón intentará aceitar un equipo con limitaciones… pero con sueños. 

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