El equipo de Ramón igualó sin goles ante Vélez, en El
Monumental, y así dejó pasar una buena chance para acercarse a Lanús. Opaco
desde la creación de juego, al Millonario le costó en todo sentido y terminó
conformándose con un punto por el rival.
Jugar contra Vélez, es actualmente una buena medida para ver
dónde está parado un equipo. River llegaba al encuentro de la séptima fecha con
expectativas para luchar el campeonato aunque sabiendo todas las limitaciones
con las que cuenta. ‘Con estos no se jode’ habrán pensado varios puertas
adentro del vestuario, más teniendo en cuenta la última paliza futbolística
sufrida en Liniers.
El Millonario salió a jugar el partido con respeto, aunque
con intenciones de lastimar, sobre todo por el ala izquierda con Leonel
Vangioni y su asociación con Diego Martínez. Sin embargo, la buena
predisposición del ex Newell’s, no fue suficiente para que River corone un buen
partido de mitad de cancha en adelante. El problema, fue el mismo de siempre.
River confunde conducción con pelotazo, y abusa de éste; sentenciando así, al
ataque millonario, a la suerte del pase largo.
Si el mismo cae en un jugador de La Banda, River puede
poseer una ocasión de riesgo. Si no, muy difícil que esto suceda. Así, el
Millonario apela a la fuerza y la lucha por sobre la asociación y el toque
corto para generar peligro en el arco rival, lo que termina atentando contra su
histórica identidad futbolística y la de un equipo que quiera luchar arriba
hasta el final de campeonato.
De esta manera, le entregó el control de la posesión a
Vélez, generando así una situación en la que el conjunto de Ricardo Gareca se
siente cómodo. Aquí, quizás, viene lo único positivo del encuentro de ayer.
Salvo dos situaciones de Federico Insua (una muy clara) en las que Marcelo
Barovero respondió con excelencia, el Millonario no sufrió ante el mejor equipo
del fútbol argentino.
Los positivistas dirán que River no fue superado por ninguno
de los dos mejores equipos de la Argentina, ya que ni ayer Vélez, ni hace 15
días Newell’s, fueron superiores al equipo de Ramón. También ellos argumentarán
que River, ante los equipos comunes y corrientes –como lo es éste equipo
riverplatense- fue superior en varios trayectos del encuentro. Suena a poco para una institución tan grande.
Mientras tanto, el Torneo Final se sigue desarrollando y
River dejó escapar una buena posibilidad de acercarse a Lanús, quien de ganar
el próximo lunes se alejará a seis puntos. En éste contexto, el partido del
próximo domingo ante Racing será importantísimo para las expectativas
millonarias de gritar campeón.
Ramón busca el equipo, ensaya y expresa: “No me puedo
lamentar porque no se trajo un 10 en el verano. Tengo que trabajar”. Un señor
que asume su responsabilidad.
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