El Pelado brindó una conferencia de prensa en donde una vez
más elogió al grupo de jugadores Millonarios y aseguró que “captaron el mensaje
que le brindamos”. Además, confirmó el equipo titular para enfrentar a
Estudiantes, habló de Iturbe y de qué se trata “el celular de Dios”
Está feliz. Se le nota en la cara. “Duermo tranquilo, éste
grupo entendió el mensaje que nosotros le transmitimos. Trabajaron muy duro en
la pretemporada, ganaron partidos importantes y sólo perdieron un clásico de
cinco” aunque, apenas empieza a embalarse, mete el freno de mano y quita un
poco de presión: “Ustedes (por los periodistas) nos tildan de candidatos, y a
nosotros nos gusta. Es nuestra obligación pelear arriba, somos River. Esperemos
que los jugadores estén a la altura todos los domingos. Todavía falta para ver
todo lo que queremos ver: tenemos que mejorar en muchas cosas, aún más en la
delantera. El otro día tanto Mora como Trezeguet tuvieron algunas ocasiones y
la tiraron afuera. Intentaremos darles calma y confianza para que trabajen
mejor así las próximas van al arco, y si es adentro, mejor”.
Ramón Díaz tuvo una conferencia fiel a su estilo. Títulos
por todos lados, menciones para todos, y opiniones pícaras como él sabe. Además
de hacer referencia a su equipo como conjunto, destacó las individualidades de
Rojas e Iturbe. Sobre el primero, dijo que siendo zurdo y teniendo la técnica
que tiene, brindará mejoras para que River se suelte desde el juego. Respecto
al segundo, aseguró que está trabajando muy bien y que “puede jugar en la
delantera también. Lo vamos a ir viendo”
En referencia a la frase de Carlos Bianchi en la que aseguró
que no tenía el celular de Díos, le consultaron a Ramón si el nuevo portador
del teléfono era él, a lo que el Riojano respondió: “El celular de Dios es trabajo,
trabajo y más trabajo” y le tiró buena onda al DT de los primos: “Quizás no
tuvieron un gran arranque, pero así es el fútbol. Tienen un gran equipo, un
gran plantel y seguramente con el trabajo que hará Carlos estarán en la pelea.
Si tenes un poquito de suerte, o no, se maquilla con el trabajo”.
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