martes, 5 de febrero de 2013

Alfredo Di Stefano, el crack que se tuvo que ir a Huracán




Alfredo Di Stefano es nombrado por los más veteranos como el mejor jugador de la historia del fútbol mundial. El único capaz de jugar en los diez puestos del campo de juego. Ídolo histórico del Real Madrid, salió de la cantera riverplatense; y si bien hacía diferencia en la tercera, se tuvo que ir a préstamo a Huracán para sumar minutos. Volvió y fue campeón, aunque se terminó yendo por la puerta de atrás… para ser un mito en el Real Madrid. 

“Pues sí, tío… Di Stefano era mejor que Maradona, Messi y Pele. Ostias, que ninguno de estos tres que te he nombrado jugaba por toda la cancha como el gran Alfredo”. El testimonio de Bernardo suena creíble. Sentado en un bar de Madrid, mira al Bernabéu y asegura que Alfredo Di Stefano, aquel impecable jugador surgido del semillero riverplatense, fue el mejor jugador que el mítico estadio tuvo en su césped.

Nuestro Bernardo, ratifica la historia, y agrega más: “Podía jugar en toda la cancha, es cierto; pero el desequilibrio lo hacía por derecha. Con la pelota al pie, no lo agarraba nadie. Era rapidísimo para la época. De ahí viene el famoso sobrenombre de La Saeta Rubia”. Nuestro Bernardo lo asegura en el pasillo de su casa de Don Bosco, mirando una foto del gran Di Stefano con la camiseta de River, y oyendo el comentario de su tocayo español.

El personaje del que hablamos, debutó con la camiseta de River en 1945, ante Huracán. Fue el único partido del año que Alfredo Di Stefano jugó con la camiseta de River Plate. En un equipo plagado de figuras, a la joya de las inferiores le costaba hacerse un lugar en la Primera. Labruna, Loustau, Gallo, Pedernera, Muñoz y Moreno (que en 1945 se fue a México pero retornó en 1946) eran sus competidores directos. Todos tipos destacados. Todos tipos habilidosos. Todos de paladar negro.

Justamente, Huracán, fue el equipo elegido para arribar un año a préstamo. El contrato incluía una opción de compra de 80 mil pesos, que el equipo de Parque Patricios nunca llegó a pagar. Debutó en la red ante San Lorenzo, por duplicado. Terminó facturando 25 partidos, con 10 goles en su haber.

Retornó a River en 1947, y mostró en Primera todo lo que su potencial indicaba. Conquistó un campeonato en su año de regreso, y terminó emigrando a Colombia junto a Pedernera, Baez y Reyes tras una huelga que le permitió quedarse con el pase en su poder. Sus números como jugador en River finiquitaron en 66 partidos con  49 goles conquistados.

Su paso por Colombia lo llenó de madurez. Conquistó cuatro títulos con Millonarios (¿qué otro nombre sino el apodo del club de sus amores?) y terminó recalando en el Real Madrid tras una historia bastante alocada.

En pleno franquismo español, tanto Real Madrid como Barcelona se interesaron en el jugador de Millonarios de Colombia. En 1954, tras una medida de la FIFA, Di Stefano regresó a River. A las oficinas de Núñez llegó un ofrecimiento del Barcelona, mientras que el Real Madrid preguntó por él en Colombia.

La dictadura a la que era sometido el pueblo español prohibía la incorporación de algún jugador extranjero para cualquier club. Los dos colosos españoles, Barcelona y Real Madrid, llegaron un acuerdo para compartir los servicios de Di Stefano durante cuatro años –dos con cada equipo- y enviaron una solicitada a Franco para que habilitase la incorporación.

Sin embargo, Di Stefano nunca jugaría en el Barcelona. Es que el dictador español era fanático del Real Madrid, y dispuso la habilitación del jugador sólo para que éste vistiese de blanco merengue. Así, se inició un mito en el conjunto español que escribe sus últimas páginas hoy, con Alfredo sentado en el sillón de Presidente de honor de la entidad madrileña.

Tras su etapa como jugador, probó en la dirección técnica, donde pasó por River y obtuvo un Nacional en 1981. Los recuerdos de La Saeta como entrenador no son tan profundos porque en nuestro país también dirigió a B*ca, algo que nubló su carrera como técnico para los hinchas riverplatenses.

No obstante, su cariño por el Club Atlético River Plate ha ido en aumento desde el comienzo de sus días. Fanático del club, lloró comopocos el descenso, aún a la distancia. Y claro, pese a no haber tenido un paso extendido a lo largo de los años, uno de los mejores jugadores de la historia, tiene un lugar en nuestra gloriosa historia riverplatense. 

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