domingo, 20 de enero de 2013

River consiguió un triunfo que ilusiona

Mora se toca el escudo. Atrás, quieren que se los trague la tierra. (TELAM)


El conjunto Millonario venció por 2 a 0 a B*ca Juniors en el primer superclásico de Verano, que se disputó en Mar del Plata. Los goles riverplatenses fueron convertidos por Rodrigo Mora, que fue la figura del encuentro. Otros de actuación destacada entre los de Ramón Díaz fueron Mauro Díaz, Leonel Vangioni y Adalberto Román.

Un superclásico siempre solicita una extrema dosis de triunfo pospartido. Es necesario. El contexto, la rivalidad, el honor en juego, vaya uno a saber qué, será lo que hace de un mísero amistoso de verano con fines más marketineros que deportivos una cuestión central del mes de Enero. Ayer, se disputó el River – B*ca en Mar del Plata. Un clásico. Un superclásico. Tribunas colmadas, gastadas de un lado y del otro, y el aliciente más destacado: Ramón Díaz en el banco de River y Carlos Bianchi -otro hincha de River- sentado en el otro. Más que nunca, el Superclásico solicitaba una amplia dosis de triunfo pospartido.

Y River entendió. Entendió que un amistoso a veces puede ser importante. Que no es necesario jugar como un partido de temporada, aunque tampoco hay que jugar como si fuese uno de la pre(temporada). Entendió que el honor, la camiseta, la historia y, sobre todo, la identidad, están antes de cualquier signo monetario que otorgue un poco de oxígeno a las ahogadas arcas de los clubes. Por eso, tras 15 minutos iniciales con dominio rival, el Millonario tomó el Toro por las astas. Encontró la pelota,  y encontró salida con pelota.

Es decir, comenzó a mantener la posesión, y pudo salir del fondo con ella a través de Leonel Vangioni. El ex Newell’s pasó a ser una llave de salida utilizada constantemente. River recuperaba, y la pelota partía hacia la izquierda para, desde allí, ser redirigida a cualquier otro sector del campo de juego. Con Vangioni y Leonardo Ponzio como ejes, el conjunto de Ramón comenzó a tener más protagonismo en campo contrario. Carlos Sánchez, Mauro Díaz y Rodrigo Mora entraron mucho más en acción, lo que le permitió a River adelantarse varios metros en el campo de juego.

A la vuelta del entretiempo, River ajustó las perillas y salió dispuesto a llevarse a B*ca por delante. No lo apabulló, pero lo dominó todo el tiempo. Más aún luego del centro de Vangioni que Mora le cruzó con un cabezazo a Orion, haciendo estéril cualquier reacción que el arquero pudiese efectuar para intentar evitar el gol. Reacción que no existió, claro.

Con la ventaja, y por ende la confianza, River fue el que quiere Ramón Díaz. Tuvo la pelota, no sufrió en el fondo (por destacadas actuaciones de Adalberto Román y Jonathan Bottinelli, además del siempre sobrio Barovero), y comenzó a triangular de forma expectante de mitad del campo hacia adelante. Las asociaciones del enganche, Mauro Díaz, junto con Rodrigo Mora, Leonardo Ponzio, Ariel Rojas y Carlos Sánchez, le otorgaron a River un dominio con posesión ofensiva. El Millonario tenía la pelota y podía lastimar.

Y terminó lastimando. El equipo de Bianchi intentó salir jugando. Desde la izquierda, la pelota fue al centro del campo en mitad de cancha. Ribair Rodríguez –debutando en la cancha, ya lo había hecho en los micrófonos- mostró sus dotes futbolísticos, aunque no pudo evitar ser anticipado por Ariel Rojas. El Chino luchó con el ex Belgrano, y luego lo hizo con Matías Caruzzo para quedarse con la pelota. En el aire, observó que Rodrigo Mora picaba por el sector derecho, y cruzó un pelotazo para que el Uruguayo dominara y no dudara en sentenciar a Orión para lograr el 2-0. Potente, arriba, inatajable.

Sobre el final, el equipo de Ramón –como expresó la gente en sus cánticos- terminó con plena posesión de pelota, regodeándose contra un rival que quería que pasaran los minutos para que la diferencia que se notaba en el campo de juego, no se expresara aún más en el marcador. River volvió a la victoria en el partido más importante del mundo.

Por momentos, el equipo ilusionó. Posesión, asociación, orden, gambeta y picardía. Cinco argumentos que debe tener un equipo que quiere obtener cosas importantes. Cinco argumentos que ayer tuvo River Plate. “Tenemos que trabajar para seguir viendo al River que queremos” dijo Ramón Díaz. A hacerle caso, que sabe y mucho. 

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