Torneo Inicial | Fecha 10
River venció 5 – 0 a Godoy Cruz de Mendoza en el Monumental,
y selló su primera victoria como local en lo que va del torneo, y la segunda
goleada consecutiva. Con individualidades en buen nivel, un equipo corto,
rápido y rígido, los de Almeyda comienzan a afianzarse en mitad de torneo.
Esta vez, si. Por primera vez en lo que va del torneo, River
consiguió las tres G. Ganó, Goleó y Gustó. Ya había obtenido las dos primeras
ante Arsenal, aunque el buen juego había quedado en el debe, siendo opacado por
la inescrupulosa efectividad de los dirigidos por Almeyda.
Ayer la historia fue distinta, o no tanto. Tras un disparo
de los mendocinos que reventó el travesaño de Barovero, River se despertó. Tomó
un poco más la pelota, y explotó su verticalidad ante una defensa visitante
que, en su afán de ser protagonista, dejaba grietas que eran aprovechadas por
Sánchez y Mora por el sector derecho.
Así, llegó el primer gol. Una buena jugada colectiva que
terminó en un lateral para River, Ponzio lo hizo para Cirigliano, éste devolvió
para el 23 que ayer cumplió 100 partidos con la banda roja, y Leo hizo lo que a
River le hacía falta. Un pase entre líneas que puso a Mora, en carrera, dentro
del área. El Pulga llegó hasta el fondo y envió un centro paralelo a la línea
de gol que anticipó Aguirre y mando al fondo de la red. Todo esto, a los ocho
minutos del primer tiempo.
Con el primer tanto, el Millonario se soltó, y tomó
confianza. Ni que hablar cuando a los 13 minutos, un tiro libre que había
generado Mora y ejecutado Ponzio, se metió como una bomba al arco de Ibáñez. Es
que el ex Zaragoza, sacó un derechazo con rosca que tenía más potencia que un simple
centro, lo que le resultó imposible de atajar al golero que salía en busca de
una posible asistencia que nunca llegó.
Ya con la ventaja de dos tantos en el marcador, el conjunto
de Almeyda terminó de tranquilizarse, y comenzó a jugar al compás de su rival, dejándolo
llegar hasta las inmediaciones del área millonaria, para cortarlo y salir
rápido de contra.
El primer tiempo se esfumó entre escapadas de Sánchez o Mora
que podrían haber ampliado la ventaja, como también una buena jugada colectiva
de Godoy Cruz que terminó en una serie de rebotes, caídas por la lluvia dentro
del área riverplatense y un bombazo de Castro que reventó el travesaño local,
una vez más.
En el complemento, rápido para leer el encuentro de manera
positiva, el entrenador millonario mandó a la cancha a Lanzini en lugar de
Ponzio –que se retiró con un esguince de tobillo derecho- y tardó 15 minutos en
sustituir a Trezeguet por Funes Mori. El mensaje era claro, velocidad para un
rival que atrás se descuidaba mucho.
Así, llegaron el resto de los goles. El tercero, con una
guapeada de Funes Mori, que luchó una pelota en mitad de cancha, la ganó y
asistió a Sánchez, para que éste se fuera a toda velocidad mano a mano con
Ibáñez. Si bien la definición no fue la mejor, el ex arquero de la Selección
Argentina no tuvo su mejor respuesta y la pelota terminó en el fondo de la red.
Tres minutos después, un tiro libre en una posición similar
al del gol de Ponzio, fue ejecutado por Manuel Lanzini. El factor lluvia
incidió de sobremanera contra Ibáñez que quiso mostrar seguridad atenazando,
pero terminó logrando todo lo contrario perdiendo la pelota y dejándola caer en
el área chica. Rápido de reflejos, Rodrigo Mora aprovechó el error visitante y
mando a guardar lo que transformaba la buena actuación en goleada indiscutible.
Y cuando faltaban 15 para que el encuentro finalizara, River
volvió a aprovechar su contraataque. En superioridad numérica, Funes Mori tomó
la pelota cerca de mitad de cancha y avanzó treinta metros. Cuando parecía que la
jugada se diluía, el Mellizo cedió para Sánchez, que llegaba desde atrás, y el
uruguayo hizo lo que nadie esperaba. Al mejor estilo Ortega, enterró el pie en
la pelota para que esta tomara altura y terminara colgando del ángulo izquierdo
de Ibáñez que, a esa altura, ya pedía por favor que el encuentro finalizara.
Golazo como moño para una actuación que ilusiona al hincha millonario.
Seguramente será tarde para que este equipo se prenda en la
verdadera lucha por el campeonato, pero en River hoy, el fantasma del descenso
parece tener boleto de ida. ¿A dónde? No lo sabemos, pero todos deseamos que
sea bien lejos, y que no tenga pasaje de vuelta.




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