Del 4-4-2 hasta el 4-3-3, pasando por el 4-4-1-1 o 4-3-1-2 y
hasta 3-4-3. Almeyda, como entrenador de River Plate, pasó por uno y cada uno
de los esquemas tácticos que se puedan imaginar. Desde Cultura Riverplatense,
un análisis de la mentalidad futbolística del DT.
“A mi me gusta el 4-4-2, pero también está el 4-3-1-2”.
Palabras más, palabras menos, Matías Jesus Almeyda hacía una de sus primeras
expresiones futbolísticas como entrenador de River. Sin darse cuenta, abriría
lo que, 50 partidos después de su debut, sería el primer gran debate sobre él
en su nueva profesión.
El día del debut del Almeyda team, por la primera fecha de
la B Nacional, probó con el 4-4-2. El equipo funcionó, y ese fue el esquema que
utilizó durante las primeras tres fechas. El primer gran cambio vino ante
Deportivo Merlo, cuando probó con un 3-5-2, la inclusión de Ledesma en lugar
del lesionado Abecasis, con Sánchez haciendo la banda derecha, y Ocampos la
izquierda.
Tras la recuperación de Alejandro Domínguez de algunos problemas personales, la obligación
del nombre, y el buen juego de Andrés Ríos durante algunos encuentros,
invitaron a Almeyda a probar con el primer tridente de su era. Desde allí,
hasta el final de la primera rueda, el entrenador no alternó en más esquemas
que los ya referidos 4-4-2 y 4-3-1-2.
Con la llegada de David Trezeguet, en Enero de éste año, el
entrenador tuvo una variante más para plantear los encuentros de la segunda
ronda del Nacional. Recién en la 24ª jornada se decidió para que jueguen las tres
figuras del equipo adelante. Cavenaghi, Domínguez y Trezeguet no tuvieron mucha
química dentro del campo, y allí comenzaron las dudas.
Esta vez fue la defensa, la que se observó bajo la lupa. Las
pruebas con Ponzio como único volante central y los tres puntas arriba, no
daban resultado desde el juego. Cavenaghi y Trezeguet no lograban conectarse, y
Domínguez lo hacía con David cuando el Torito estaba en el banco.
El regreso de Cirigliano, invitó a Almeyda a cambiar. Para
recuperar el medio campo, Almeyda apostó por Sánchez, Ponzio, el ya mencionado
Cirigliano y rotó por el sector izquierdo entre Lucas Ocampos y César González.
También por el andarivel zurdo ingresó en algunas ocasiones Daniel Villalva.
La línea de fondo, pasó a ser el laboratorio del entrenador.
Hasta el partido con Brown de Puerto Madyn, era conformada por Abecasis o Vella
si se jugaba con 4 en el fondo, y Maidana, Funes Mori y Díaz como los tres
inamovibles. Si se jugaba con línea de 3, Sánchez hacia todo el sector derecho
de punta a punta, con Domínguez como wing.
Tras el partido con los muchachos de Madryn, Almeyda sacó a
Díaz, para pasar a Ramiro Funes Mori –que se había quedado con el puesto de
segundo central- al lateral izquierdo, y ubicar en la zaga a González Pires
junto con Maidana.
El River versión Nacional B, finalizó con el 4-3-3 como
esquema utilizado. La lesión de Sánchez, obligó el ingreso de Vella –tras un
mal partido de Ponzio en el lateral derecho- para rearmar una línea de 4. El
medio con dos volantes de contención y uno de juego, como fue César González, y
arriba, con Chori retrocediendo y jugando por afuera, y los dos nueves de cara
al gol.
Una vez en Primera, el entrenador apostó por su 4-4-2. Con
Mercado como incorporación para el lateral derecho, y Bottinelli para la zaga
central; Almeyda mostró su intención en 7 de 9 encuentros. Mercado/Abecasis/Maidana/Pires
como 4. Maidana/Pezzella,
Bottinelli/Pires/Funes Mori como zaga central | Funes Mori/Vella/Martínez para
el lateral izquierdo. Sánchez como 8 inamovible, Ponzio,
Cirigliano/Ledesma/Aguirre y Lanzini/Rojas/Aguirre/Cazares conformaron la línea
central mientras que Mora/Funes Mori/Luna/Villalva y Trezeguet los nombres
ofensivos.
A excepción de los encuentros ante Newell’s y Vélez, en
donde el entrenador se inclinó por el 4-3-3 con Mora, Trezeguet y Funes Mori;
Almeyda demostró su inclinación por la continuidad del 4-4-2, aunque no a la de
sus intérpretes.
Ante Godoy Cruz, eso también parece comenzar a cambiar, ya
que el único cambio será el ingreso de Trezeguet por Carlos Luna. ¿Habrá
empezado a encontrar el equipo, Matías?




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