Torneo Inicial 2012 | Fecha Nro. 5
El equipo de Matías Almeyda sigue sin encontrar el rumbo
futbolístico, aunque también evitar perder. Con un gol de Germán Pezzella a los
44 minutos del segundo tiempo, salvó un punto en Santa Fe, ante Colón. Sin
embargo, la producción futbolística del conjunto millonario, sigue dejando
mucho que desear.
Tres cambios metió Almeyda. Tres cambios que indican que el
entrenador de River no termina de encontrarle la vuelta al equipo, y trata de
mejorar las falencias de su equipo a través de las sustituciones. Cazares por
Lanzini, Ledesma por Cirigliano y Pezzella por Pirez. El trio de
modificaciones, terminaba de adaptarse al cuasi caprichoso 4-4-2 de Matías.
River no genera fútbol, y eso va más allá de los nombres. Ni
Lanzini ni Cazares son culpables de jugar presos contra una raya de costado que
los limita a ser más atletas que picarones de la pelota. Sánchez realiza una
intervención positiva, pero demuestra en la continuación que no está para ser
el eje de éste River. Por más que ante Colón, cuando el uruguayo se tiraba al
medio, venían las mejores situaciones del Millonario.
¿Pudo haber sido peor? Sin dudas. Lo rescatable es que por
momentos, en ambos tiempos, el conjunto de Almeyda pudo manejar los tiempos, y
hasta llegó a estar cerca de abrir el marcador con una definición de Cazares en
el primer tiempo, y un bombazo de Sánchez más un centro atrás de Funes Mori que
intentó definir Rojas, en el segundo, antes del gol de Colón.
Con el ingreso de Mora por Sánchez, River fue más picante
por el sector derecho. El uruguayo procedente de Benfica demostró ser uno de
esos delanteros que molestan a los rivales. No muy grandote pero si bien firme,
ensució casi todas las salidas de Colón por el sector derecho y encaró cuando
le fue posible.
El cambio de esquema le permitió a River liberar un poco más
a Trezeguet, que estuvo cerca de anotar el segundo gol del Millonario tras una
gran jugada de Mora, que desbordó y tiró el centro atrás.
El francés se mostró más activo que partidos anteriores, y
mejor físicamente, aunque el equipo no logra asistirlo. Cuando pasa mucho
tiempo sin tener contacto con el balón, el campeón del mundo retrocede y pierde
peso ofensivo. El ingreso de Aguirre le permitió participar más del juego con
cercanía al arco.
Nuevamente, lo mejor del equipo fue Leonardo Ponzio, que
decoró su actuación con una asistencia casi magistral a Pezzella, en el gol del
empate sobre el final del encuentro. Un Pezzella que demostró su técnica para
salir jugando, y la confianza que se tiene en sí mismo. Confianza que, en
algunas jugadas, le terminó jugando en contra y generando riesgo a favor del
local.
River terminó llevándose un punto de Santa Fe. Queda la
sensación de que con un poco más de audacia, las tres unidades en juego podrían
haber viajado sin escalas hacia Núñez. Almeyda comentó que tiene pensado
cambiar. Habrá que esperar. La pregunta es: ¿la gente de River, quiere seguir
esperando?




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