miércoles, 15 de agosto de 2012

Un mercado ambiguo


El Mercado de Pases de River, analizado en Cultura Riverplatense





Está llegando a su final. Le quedan un par de días de vigencia. Un par de horas de rumores, de cambios y contradicciones, con inventos y con posibilidades. Sonaron todos. Desde Totti y Guti, hasta Matías Alustiza. 




Se pueden armar dos equipos diferentes (o más) con jugadores que fueron mencionados para jugar en River. Desde uno de galácticos, a uno que tranquilamente pelearía un campeonato en Argentina, finalizando en uno que se asemejaría más a un equipo de menores desafíos que a River Plate.

Saja; Demichelis, Lugano, Heinze; Guti, Mascherano, D’allessandro, Formica; Del Piero, Totti y Trezeguet, cumpliría las bases y  condiciones para formar parte del primer equipo. Barovero; Mercado, López, Burdisso, Mas; Camoranesi, Cirigliano, Ponzio; Formica; Teo Gutierrez y Trezeguet podría ser catalogado como el que tranquilamente pelearía un campeonato en Argentina. Y, el de la pelea por abajo nos lo reservamos por respeto.

Una vez que la luz de Abierto se apague en éste mercado, River se encontrará con un panorama ambiguo. Habrá incorporado una buena cantidad de jugadores -5, que pueden ser 7-, con buenos nombres aunque sin rutilantes. Verá que tiene en su changuito imaginario a un gran arquero, un muy buen lateral, un central que tuvo momentos de brillantez, un volante izquierdo que jugó muy bien en Godoy Cruz aunque hay que verlo con la banda roja y un delantero picante con gol, con pique y juego entre líneas.

Si uno hacía una listita antes de ir de compras, uno de los sectores que primero se escribiría era la generación de juego. D’Allessandro, Formica y Guti, por nombrar a algunos, fueron los mencionados como candidatos para tomar el rol de creador. Luego haría lo propio con el arco: Vega y Chichizola son dos arqueros que, en la actualidad, no son garantía de un equipo que quiere pelear grandes cosas. La incorporación de Barovero jerarquiza al equipo desde la valla propia. Pelea el primer puesto de “EL” refuerzo entre el rubro arqueros junto a Oscar Ustari.  

El sector defensivo, debía incorporar jerarquía sobre todo por el lado izquierdo. Rojas y Bottinelli, hace un año, habrían sido incorporaciones que ocuparían más de una tapa de diario. Hoy son una incógnita. Un mal año, lo tiene cualquiera es cierto, pero es un mal año. Si cambian la tendencia, seguramente serán importantes para el equipo del Pelado Almeyda.

Y si quedaba tiempo, se fijaría en algún nombre importante para la delantera, ya que cargar a los más jóvenes no es lo ideal. Este punto, debería ser tatuado a fuego en la piel de todos los riverplatenses. Después de aquel encuentro nefasto en Córdoba, debería estar prohibido por estatuto cargar con el rol de salvadores a los juveniles que están haciendo sus primeras armas en Primera.

De concretar las incorporaciones de Formica y Piatti, River saldaría su cuenta pendiente en éste mercado. La creación. Tres de los cuatro puntos planteados en anterioridad fueron apuntadas por la dirigencia. Barovero, Bottinelli, Rojas y Mora se adecúan a lo pretendido. Piatti y Formica serían los que tendrían el hilo conductor. Ya con éste panorama se destacaría más la incorporación de Gabriel Mercado, que –aunque sólo se hayan jugado dos partidos- por ahora demuestra una fortaleza defensiva que Abecasis no tiene por edad y Vella no tiene por cuestiones de la vida.

De cerrarse todo sin la incorporación de estos dos jugadores, es decir River a las 19:22 del 15 de Agosto, el mercado dejará una sensación agridulce. Los defensores pueden ser muy buenos, pero si no tienen a quien dársela en el medio, su trabajo se vuelve opaco. Los delanteros pueden tener muchísima calidad, como Trezeguet, pero si nos les llega una redonda es difícil que marquen goles.

Nadie pone en duda las cualidades de Ponzio y Cirigliano, pero sus características priorizan el quite y luego la distribución. Distribución no es lo mismo que generación. Cirigliano puede hacer dos o tres pases en cortada por partido, pero no puede cargarse de la responsabilidad de ser el eje de la Primera de River. Sánchez, Rojas, Affranchino son extremos. Y recaer sobre Manuel Lanzini y Juan Cazares para una responsabilidad extrema ya debería ser una opción aniquilada desde el estatuto como ya dijimos.

Ambos juveniles tienen un futuro inmenso, pero caerles con la presión de manejar un equipo ambicioso todavía no es lo indicado. River, por tradición, debe atacar los noventa minutos en cualquier estadio. Manejar los hilos de la Primera de River durante noventa minutos, requiere además de capacidad y potencial, una mentalidad especial. Un pensamiento que se adquiere con experiencia.

Lanzini y Cazares, como Villalva o el mismo Funes Mori citando la faceta ofensiva, y Pezzella, Pirez, Ramiro Funes, Abecasis y Chichizola mirando hacia atrás. Hasta el propio Cirigliano. Todos deberían ser considerados “reparto” y no “principales” si citamos el guion de una película. Acompañar el crecimiento de un equipo, refuerza la experiencia y el conocimiento. Si uno mira hacia el rumbo histórico moderno, los D’Allessandro, Aimar, Gallardo, Ortega, Saviola, y decenas más iniciaron su carrera como complemento de grandes figuras precedentes.

River se va de un mercado con dobles sensaciones. Tranquilo con lo que tiene, pero sabiendo que puede necesitar más. El destino, el cuerpo técnico y los jugadores terminarán de darle destino a éste barco, que por ahora es incierto.

Rex Alemán. 

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