“River Plate, tu grato
nombre” es una frase más que conocida en el ambiente futbolero de la
República Argentina. Pero, ¿por qué tanta gratitud hacia un club de fútbol?
Ese es el primer error. River, no sólo es un club de fútbol.
River es un mundo. Social, institucional y deportivamente, el Club Atlético
River Plate es reconocido a nivel mundial por su propia esencia. Esa esencia
que lo transformó en espejo principal para la Selección de fútbol de su país, y
en una sana envidia para sus pares del fútbol argentino.
¿Qué es lo que le da el prestigio? Además de los títulos
obtenidos, River es reconocido por su identidad. Históricamente, el conjunto de
Núñez ha sido un equipo prolijamente hermoso para la vista. El famoso paladar negro a la hora de jugar al
fútbol, es el primer ladrillo de éste enorme muro que se llama identidad.
River es fútbol espectáculo, es juego, es abrir la cancha a
través de la pelota al piso, es apabullar el rival con la tenencia de pelota,
con el toque y la gambeta, con la necesidad de seguir marcando goles, no para
humillar al contrario, sino para hacerle honor a su historia.
A nivel institucional River es entereza. Fútbol, básquet,
natación, handball, pelota-paleta, hockey, y patinaje son algunas de las
actividades deportivas que se pueden realizar dentro del club. Siempre con la particular
característica riverplatense: intentar ser el mejor.
Pero el Club en sí, no es sólo deportes. ‘El Millonario’ fue
el primer club del fútbol argentino en presentar su parte educativa. El
Instituto River Plate no cuenta sólo con una escuela primaria. Dentro de sus
filas, el jardín de infantes, la escuela secundaria y hasta el nivel terciario
se pueden encontrar para desarrollar el plano educativo.
Pero además de todas sus cualidades deportivas e
institucionales; River es clamor popular. El difícil momento que le toca
atravesar al Millo a nivel futbolístico, por culpa de dirigencias nefastas que
buscaron el beneficio personal por encima de la salvación del Club, muestra un
lado que hasta no hace mucho tiempo, se ponía en duda constantemente. Quién no
escuchó, alguna vez, la famosa frase: ‘Me gustaría ver a los hinchas de River
en las malas’. ¿La respuesta? Acá estamos. Reventando una y cada una de las
tribunas que nos otorgan para seguir a nuestra camiseta por todo el país en el
bendito Torneo Nacional. Desde Jujuy hasta Madryn. Como cuando éramos
campeones, como cuando nos fuimos al descenso, como siempre. 
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