El equipo de Ramón dejó pasar una nueva oportunidad de oro por
culpa de errores casi amateurs y terminó cayendo por 3 a 2 en Floresta ante All
Boys. Los goles del Millonario los hizo Carlos Carbonero, sin embargo, los
tantos de Espinoza, Torassa y Calleri no permitieron que el doblete del
colombiano significase triunfo.
Los primeros quince minutos de lo que hoy es una nueva
derrota de River en el Torneo Final, no hacían presagiar lo que se vivió anoche
en cancha de All Boys. Con el dominio de Ledesma, la compañía de Rojas, el
movimiento de Lanzini y la calidad de Teófilo; River dominaba a su rival y
hasta se imponía por 1-0 tras una gran jugada colectiva que derivó en la
apertura del marcador por parte de Carlos Carbonero.
En ese momento en donde el Millonario se ponía a 1 punto de
la cima del campeonato, fue en el que Ramón Ángel Díaz gritó desde el banco:
“Vamos a estar encima, atentos. Atentos”.
A los 30 minutos del primer tiempo de lo que es una nueva
derrota de River, Ledesma ya no jugaba tan solo por parte de All Boys, y cada
vez jugaba más solo por parte del Millonario. El equipo de Ricardo Rodríguez se
había adelantado un poco en el campo, pero Barovero no tenía acción que fuese
más allá de descolgar centros.
Cinco minutos después, el partido estaba 1-1 y River se
quedaba con un hombre menos. Así de loco fue el partido, así de rápido lo
perdió el equipo de Ramón. Un gran tiro libre del chileno Espinoza decretó el
empate en el marcador, y una brutal, estúpida e irresponsable patada de
Vangioni lo dejó afuera del partido por expulsión.
En el entretiempo, Ramón se la jugó a reorganizarse sin
tocar el banco. Mandó a los mismos 10 a la cancha, con Rojas más tirado por el
carril y retrocediendo como ‘3’ y Lanzini más cerca de Ledesma. Cuando Maglio
dio la orden para que arranque la segunda mitad, River empataba en Floresta.
Tres minutos después, River caía 3 a 1 tras dos errores
defensivos groseros. El primero de Ariel Rojas, que perdió la espalda con
Agustín Torassa que mide 1, 67 centímetros. El segundo, compartido. Primero,
Eder Álvarez Balanta salió con pelota dominada hasta mitad de cancha, la perdió
y permitió un contraataque peligrosísimo. Luego, Jonathan Maidana retrocedió en
todo el tiempo que Espinoza trasladó la pelota, habilitando de esa forma a
Calleri, cuando de achicar para adelante, lo hubiese dejado en offside. El
resto, todo virtud del de All Boys, quien dominó, esperó, amagó y sacó un
remate seco que se le metió en el primer palo a Barovero.
Ramón reorganizó el equipo, mandó a la cancha a Kranevitter
pero sorpresivamente quitó a Teófilo Gutiérrez. El ingreso del Colo, más el
cambio de Rodríguez (Barbaro por Ahumada), le permitió a River adueñarse
nuevamente de la pelota y llevarse puesto a All Boys. A los 17 descontó Carbonero,
tras un preciso centro de Lanzini. A los 20, lo empataba Cavenaghi en offside,
bien cobrada por el juez de línea. El Millonario mostraba que podía.
Sin embargo, se le pasó el tiempo. Ni el ingreso de un
movedizo y eléctrico Keko Villalva le
permitió llegar al empate que mereció. La sensación es clara: cuando River debe
dar el golpe de autoridad, no lo hace. Y así, pelear el campeonato será
complicadísimo…
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