| Lamela gambetea a tres jugadores de Belgrano que lo siguen como hienas. |
El conjunto de Ramón Díaz viaja a la provincia mediterránea para
iniciar el sueño del campeonato número 34. Allí se enfrentará a su nueva bestia
negra, Belgrano de Córdoba. Con Trezeguet desde el arranque, el Millonario
inicia su recorrido en el Torneo Final.
Los arranques de campeonato, jamás son un partido más. Desde
hace años, River no arranca de manera victoriosa un torneo. En el camino de la ilusión
hacia su campeonato número 34, el conjunto de Ramón Díaz debutará ante ‘su cuco’,
como bien indica el título de ésta entrada. Belgrano de Córdoba, el mismo rival
de la fatídica promoción y el amargo re-debut en Primera.
El conjunto de Zielinski será la primera prueba por los
puntos del River 2013. Sin dudas, un rival a la altura de las circunstancias y
que se dedica a aprovechar los errores de equipos que, como River, salen a
buscar el encuentro.
Será una prueba importante para un esquema prematuro. Un
escollo difícil de superar. River enfrentará a un rival que lleva mucho tiempo
jugando bajo un mismo sistema, con una identidad, generando buenos resultados
que le han permitido estar dentro de los primeros puestos de los últimos
campeonatos del fútbol nacional.
La concentración en el fondo, la precisión de los pases y
sobre todo la efectividad contra el arco de Olave, seguramente serán los ejes
de un partido que, sin dudas, será disputado.
El Mario Alberto Kempes albergará el choque entre dos
conjuntos que, entre sus aspiraciones, tienen pelear el campeonato. Habrá unos
once mil simpatizantes que estarán acompañando al Millonario.
El historial indica una clara superioridad para el conjunto
Millonario. Jugaron en 27 oportunidades, con 18 triunfos y 57 goles para River, mientras que Belgrano se llevó 4 victorias con 21 tantos. Los 6 encuentros restantes, fueron empates.
El Histórico:
En el Apertura de 1993, River visitó Córdoba para enfrentar
al Pirata y terminó goleándolo por 5
a 1 con goles de Walter Silvani en dos ocasiones, Sergio Berti, Luigi Villalba y Guillermo Rivarola, de
penal.
El Once de Ramón





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