domingo, 17 de febrero de 2013

La llama de la ilusión

En River, se enciende la llama de la ilusión. (FOTO: @ELCHARRO_CARP)


River no termina de ser un equipo de confiar pero cada día alimenta más la llama de ilusión que tienen sus hinchas. Desde rendimientos individuales hasta jugadas como equipo, el conjunto de Ramón Díaz consiguió su segundo triunfo consecutivo. Sin brillar, aunque mostrando siempre una idea general. Desde allí, crece ésta llama. La llama de la ilusión.

No fue un triunfo holgado. No se comenzó a disfrutar hasta que Abal –Diego, con todo el respeto, pero el fútbol tiene contextos que usted está lejos de interpretar- decidió finalizar el encuentro. River se quedó. Le dio vida a un rival que parecía inexistente, y pudo sufrirlo.

Sin embargo, también estuvo el River del primer tiempo, que elaboró varias jugadas asociadas y llevó peligro hasta el área de Estudiantes. El mal partido de Rodrigo Mora –alguna vez tenía que jugar debajo de los 6 puntos- hizo que la última estocada no fuese precisa. Allí donde se necesita el movimiento para quebrar una defensa, el uruguayo no pudo sacar ventajas y River se vio damnificado con el poco peligro hacia Agustín Silva.

El gol de David Trezeguet fue un pacto de justicia. Un gol a tono con el partido. River era superior y encontró el lugar. Fue eficaz. Volvió David. El Rey que con sus voleas enorgullece a todo Núñez. 

River tenía que ganar un partido así. Con bastante personalidad en la defensa, con intento de juego en medio y sobreponiéndose a la falta de ideas a través de las individualidades de arriba. En éste caso, si es Trezeguet, mejor. David con confianza puede ser decisivo para ganar cualquier campeonato.

Todo invita a la ilusión. Sobre todo, en comparación con el pasado. Las tribunas del Liberti hacían eco de un mismo murmullo multiplicado por miles: “Antes, éste partido, River lo perdía”. No es posible saberlo, aunque la sensación es que sí, que la afirmación citada es cierta.

El presente sonríe. River está puntero. ¿Hace cuánto que no estaba puntero? Un montón. Desde el Clausura 2011, luego de vencer a Quilmes. River parece estar bien. Una muestra son sus rivales: Estudiantes vino a buscar el empate al Monumental, a defender su valla, a intentar que no se quebrara, porque cuando se quebrara, podía pasar cualquier cosa. Hace rato que El Millonario no imponía ese respeto. Belgrano, pese a jugar cotidianamente de la manera que jugó ante River, también respeto mucho al elenco de Ramón. Como debe ser.

Un puntito más, para la llama de la ilusión claro, fue el buen primer tiempo de Manuel Lanzini. El enganche participó de varias acciones de ataque del conjunto Millonario, mostrándose desequilibrante ante la defensa de Estudiantes que acudía a las faltas para pararlo. 

Le falta un poco más de pausa y continuidad, es cierto. Pero mostró más imagen de conductor. ¿Un ejemplo? El pase a Leonel Vangioni entre líneas, que culminó en un centro del ex Newell’s despejado por Schunke. En la semana, Manuel, cumplió 20 años. Quizá, con un poquito de viento a favor y confianza, pueda demostrar esos flashes a los largo de 90 minutos.

Para el final, el último aporte para la llama: al parecer, River le pegó a los refuerzos. Vangioni es un pleno en exceso. Una apuesta espectacular. Nobleza obliga para quién haya puesto su nombre sobre la mesa. Juan Iturbe demostró tener algo que a River le falta: explosión. Veremos si logra serle útil al esquema de Ramón.

Todas cositas positivas. Una llama entre la multitud. Recién empieza, pero River puntero es una llama de ilusión. 

Rex Alemán

0 comentarios:

Publicar un comentario