sábado, 5 de enero de 2013

Año 2013: Repleto de desafíos.



River continúa con su pretemporada en un año repleto de desafíos. Personales, colectivos pero sobre todo institucionales. La política estará en el eje de la escena, aunque lo futbolístico será trascendental para Diciembre 2013. ¿Cuál es el objetivo deportivo de los de Ramón Díaz para lo que viene?

El 2013 no será un año más en la historia de River. No al menos en lo previo. Seguramente tampoco lo será cuando, en vísperas de 2014 lo estemos analizando. Elecciones presidenciales, el regreso del entrenador más ganador del club, refuerzos que intentan apuntar un poco más alto de la media de los últimos años. Todo, absolutamente todo, será un condimento más para un año cargadísimo de objetivos.

Ramón 2013. Sí. Tranquilamente, el Ramón 2013 podría ser un eslogan ideal para alguna campaña política. Sin embargo, en este espacio de Cultura Riverplatense, no se tocarán cuestiones relacionadas al ámbito exclusivo de la institucionalidad sino más bien, desarrollaremos los objetivos del equipo de Ramón.
Tras un año inédito, en donde los resultados indican éxito aunque las sensaciones son del dulce más amargo, River intentará volver a los primeros planos de nuestro fútbol de manera determinante. La vuelta de Ramón Díaz, indica exigencia. River + Ramón = Campeón, era la ecuación hace un tiempo. El Riojano vuelve para demostrar que la matemática es siempre la misma, y que no varía según el tiempo.

Más allá de las ilusiones que genera el nombre Ramón Díaz, el conjunto riverplatense deberá buscar una identidad acorde a su historia. La fórmula del equipo rápido a través del pelotazo que se pregonaba el campeonato pasado, le dejará lugar (o debería dejarle lugar) a un equipo con paciencia, pausa y verticalidad. Mezclar las tres ideas es, a priori, difícil. Sin embargo, obteniendo las tres pautas River se transformará automáticamente en un equipo.

En más de una declaración, Ramón Díaz ha asegurado que su equipo intentará asemejarse a la historia riverplatense. Tenencia de pelota, presión alta cuando la posesión es del contrario, desborde, juego asociado y la subida de los laterales para llegar por sorpresa. Todas diferentes pautas que se deberán incorporar en la pretemporada.

La llegada de Vangioni otorga la misma salida por izquierda, que la que se obtiene con Sánchez por derecha. Así, el panorama plantea grandes chances para que el esquema definitivo sea el 3-4-1-2, por los pocos centrales disponibles y la presencia de dos carrileros en el plantel. Sin embargo, el famoso “1” –el mismo que Almeyda declaró no encontrar en el Torneo Inicial- será determinante.

Ramón insiste por Jonathan Fabbro. “Tiene todo. Pegada, pase gol, gambeta, pausa. Es el mejor de Paraguay, es ideal para lo que pretendo” declara el Pelado una y otra vez. La dirigencia, sin embargo busca otras variantes (link “Ricky Alvarez”). Mientras tanto, los socios esperamos. La llegada de un enganche de jerarquía será vital para saber dónde está parado River en la actualidad.

En el plano ofensivo, la llegada de Juan Iturbe le entregará al Millonario una variante más que interesante. Ya sea para hacer dupla con Mora, para reemplazarlo y hasta para generar un tridente con el uruguayo y David Trezeguet. Sin dudas, todas alternativas que ilusionan al hincha de River.

Justamente Trezeguet será otro de los puntos a tener en cuenta. Seguramente, los próximos, sean los últimos seis meses del David Trezeguet delantero. El debilitamiento físico, lógico de un tipo que jugó en la máxima exigencia mundial durante 12 años, será seguramente el principal enemigo de un goleador de jerarquía. La recuperación del 7 galo sería el broche de oro para su carrera. Y un aporte fundamental para River, claro. Tener a Trezeguet a 8 o 9 puntos, sería uno de los mejores refuerzos. Ramón lo sabe, y el mismo David también. Es por eso que programaron un tratamiento especial para las vacaciones, que le permitió al delantero iniciar las dos primeras jornadas de la pretemporada, a la par de sus compañeros.

Los juveniles son la exposición de una idea a futuro. Por eso mismo, Ramón no lleva pocos chicos a Tandil de pretemporada. A la consolidación a la fuerza que se les planteó a los Funes Mori, Cirigliano, Lanzini, Affranchino, Pirez, Pezzella, Villalva y Diego Martínez, por citar algunos casos; se les suma la presencia de nuevos chicos como Augusto Solari, Federico Andrada, Juan Cazares, Sebastián Silguero, Gaspar Servio, o Esteban Espindola.

Seguramente allí, radica el quiebre más importante en lo que será el futuro inmediato de River Plate. Armar un equipo de experiencia para fortalecer a los pibes quitándoles presión y sacándoles los roles protagónicos que han tenido que adquirir por la urgencia deportiva, será el gran desafio de ésta gestión, y también de la que viene.

Hablar de futuro en el fútbol argentino es improvisado, pero no imposible. Ramón sabe que, de no mediar nada raro, ningún dirigente que se presente en las próximas elecciones desistirá de sus servicios en el primer año de gestión. Lo tiene claro. Como también tiene claro que la refundación riverplatense se puede dar a través de “los pibes”. Es por eso que el entrenador insiste con refuerzos de calidad, pero también personalidad. Por eso insiste más con Fabbro (30 años) que por Ricky Álvarez (24 años). Por eso pidió la continuidad de Ledesma y Acevedo, en vez de exponer a Kranevitter.

Será cuestión de ver lo que sucede en 2013 para hablar de futuro verdadero en la institución. Lo que es seguro, es que con Ramón Díaz volvió la exigencia ganadora. ¿Alcanzará? Nadie lo sabe, pero un cambio de mentalidad era necesario. Un título en 2013, puede ser el comienzo de una gran era. Ramón quiere ser el refundador. ¿Podrá?

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