Institución y Política
¿Cómo volvemos? ¿Qué hay que hacer para que River Plate
institución vuelva a estar a la altura de sus hinchas? ¿Cómo recuperar esa
mística futbolera del toque y la gambeta; retornando a través de ella a los
primeros puestos del fútbol mundial? ¿Es posible volver a los lugares de
privilegio? ¿Cómo? ¿Hay dirigentes que defiendan la cultura riverplatense?
River está en crisis. Hace rato. El descenso en 2011
demostró a nivel futbolístico lo que a River le han hecho gobiernos llenos de
dudas e inoperancia a nivel institucional. Desde hace décadas, el Millonario es
estafado en su ilusión de ser un club cada día más grande.
La tendencia de los últimos años muestra un claro índice de
descuido. River se deterioró a nivel institucional en cada uno de sus sectores.
Desde la decadencia a nivel futbolístico en todos los planos, hasta el
deterioro del club en sus instalaciones. Todo ha tenido un retroceso.
El oficialismo avisa que hay inversiones en los predios del
club, pero quienes se van de River denuncian el mal estado de los mismos. Se
inaugura una sala de prensa en Ezeiza, pero se critica el estado de los
vestuarios. Entonces, ¿Quién tiene la verdad? ¿Cuál es la prioridad?
A nivel futbolístico, la muestra está en la cancha. Con el
respeto que merecen los once que salen a defender la banda roja en cada campo
de juego de la Argentina, a excepción de Trezeguet, ninguno está a la altura de
los grandes equipos Riverplatenses de la historia. Al menos no por ahora.
El Ortega del 96 era Maradona al lado de éste Funes Mori o
Keko Villalva. Habrá que ver el verdadero nivel de Rodrigo Mora una vez que
debute y tenga minutos, si realmente está a la altura del club, o si vuelve a
haber un índice de inflación con los refuerzos
millonarios. Y así con cada uno de los puestos que conforman un once inicial.
Si bien la generación de inferiores es muy buena, o al menos
parece tener una grata proyección, ninguno ha llegado a ser lo que realmente
puede ser. Es decir, el mejor Cirigliano se verá en dos años, cuando la madurez
lo haya inundado totalmente. Ni que hablar del recién emigrado Lucas Ocampos, o
del recién regresado Manuel Lanzini. Entre las apariciones más destacadas se
pueden nombrar a los defensores Pezzella, Pirez, Funes Mori, Abecasis y
Martínez. Uno y cada uno de ellos son en la actualidad los responsables del
destino futbolístico del club. La media de edad de todos juntos, no pasa los 22
años. Desde los Funes Mori, hasta Juan Cazares.
En el horizonte, se observa el arribo a Primera de grandes
promesas que se han adjudicado entre otras cosas, la Copa Libertadores sub 20,
o el torneo de diversas categorías de inferiores. Era éste el contexto
histórico para aprender del pasado y no sobrecargar a los más jóvenes con
responsabilidades injustas.
Se fue injusto con Lamela al cargarlo con la responsabilidad
de guiar a un equipo lleno de jugadores sobrepasados por la presión. Se fue
injusto con varios de los juveniles en el paso por el Nacional B. ¿Quién llevó
a que se sea injusto? ¿Cuerpo Técnico? ¿Dirigencias que no se animan a dar un
golpe de efecto por estar bajo una mentira global? ¿Los hinchas con nuestro
corazón aún herido por el maldito descenso y nuestra sobrecargada cuota de efervescencia?
Para equilibrar esa desigualdad de madurez, River debería
haber hecho una inversión un poco más inteligente. Si bien Mercado, Bottinelli,
Barovero, Carlos Luna y Rodrigo Mora son jugadores que ya maduraron, queda la
sensación que con el dinero ingresado por el dinero de Lucas Ocampos, la
dirigencia podría haber hecho un intento en repatriar a Andrés D’Allessandro o
Pablo Aimar. Los eternos deseos de cada mercado de pases.
Si bien todas las incorporaciones pueden ser justificadas
(ninguna es “mala”, aunque tampoco son “sobresalientes”) da la sensación de que
en el sector más importante de la historia riverplatense, River carece de
experiencia. La identidad millonaria es sinónimo de creación de juego. Ya sea
desde su marcador central, hasta su conductor. River no posee un creador nato
de experiencia. Sobrecargar a Lanzini, Cazares y Cirigliano con la presión de
conducir a la Banda Roja, pueden ser perjudicial para el futuro de ambos
intereses. River con malos resultados y jóvenes quemados. También puede suceder
todo lo contrario, y la escuela del club se verá beneficiada a nivel imagen a
lo largo del mundo, una vez más. Es una apuesta. Muy arriesgada. Sobre todo
cuando recordamos que a principios de 2011 hicimos lo mismo.
Y es a partir de aquí, donde nace la duda de todos. No se
hace una fuerte apuesta económica por los ídolos, pero si por apuestas. Es
decir: River invirtió dos millones de dólares por el 60% de Jonathan
Bottinelli; casi otro millón de dólares en el 50% Mercado, y otro tanto en una
mitad del pase de Rojas. Cuatrocientos mil, fueron los dólares que la
dirigencia pagó para conseguir la llegada a préstamo de Rodrigo Mora. Y otros
seiscientos mil para la compra del 50% de Carlos Luna. ¿Por qué no hacer una
apuesta fuerte, pero segura?
Una vez expresada esa duda, aparece una mirada bajo la lupa
sobre la actual dirigencia, y la cosa explota. Muchas cosas raras que parecen
casualidad, ¿parecen?
Se pueden ver errores a la hora de invertir y mucho más a la
hora de planificar. La constante improvisación, sorprende a cada segundo. No
hay una idea de trascendencia internacional, desde la escuela, como siempre.
Y en la oposición se ve lo que se observa cuando la disputa
del poder entra en acción. Reacciones y dichos constantes ante cada paso
dirigencial, y mucha saña que es alimentada a través de los gestos públicos de
Daniel Passarella.
Se sabe, el presidente no es un hombre de carácter tranquilo.
Los rumores de peleas alrededor suyo son constantes, y quedan evidenciados en
muchos actos que se realizan en River. El ejemplo es la salida de Cavenaghi. La
oposición cantó la no renovación del goleador seis meses antes, y Passarella no
hizo mucho para no quedar expuesto ante la salida del último ídolo popular.
¿Puede hacer algo más la oposición por ésta actualidad?
¿Deja el oficialismo que la oposición participe? ¿Hay un consenso para las
situaciones que superan las fronteras de la política? ¿Es más importante el ego
personal o el nombre de River? ¿Hay operaciones que engañan a la gente? ¿Desde
dónde? ¿Quiénes son los verdaderos responsables de ésta actualidad?
Cultura Riverplatense comienza el camino a las elecciones
2013. A partir de aquí, intentaremos informar a cada paso lo que sucede en la
interna riverplatense por el sillón presidencial. Como siempre, desde la
información y la opinión. Con la subjetividad que cada uno de nosotros crea
correspondientes. Con el amor a River, siempre.
Staff Cultura Riverplatense




0 comentarios:
Publicar un comentario